Valencia Basket cierra el 2025 en pico con un laborioso triunfo ante Partizan (86-73)

Partizan confeccionó una plantilla estelar, tanto que ni el gran Obradovic fue capaz de domarla y disciplinarla, hasta que el gran maestro renunció a su puesto entre manifestaciones populares. Eso puso en el foco a los jugadores, muchos de los que ya buscan una salida ante la presión fanática de los aficionados más radicales. Pero calidad hay de sobra en ese vestuario en el que Peñarroya ha llegado de bombero. Eso se vio en el inicio de partido en el que Brown marcó un 6-17 inicial. Ahora faltaba saber si aguantarían unidos y compactos, cuando Valencia Basket empezara a responder. Thompson fue el despertador, con siete puntos en un primer cuarto que se cerró ya equilibrado, 15-20. Y Sako, con sus mejores momentos desde hace semanas. Cuando parecía que los valencianos cogían el mando del partido, Calathes entró en pista, un congelador. Con su clase y control, administró con brillantez las posesiones para mantener a los serbios por delante. El problema era cuando la pelota no la tenía el griego. Además, en dos cambios defensivos, Pradilla le castigó en pintura. Poco a poco los taronja iban mejorando su defensa y, sin  grandes porcentajes, al correr, ya desordenan y son más peligrosos. Costello, con un triple y una buena lectura ofensiva exprimida por Badio, equilibró el marcador a 35, minuto 17. Incluso ya cogió la delantera con otro triple de Papi. Pero Partizan respondía, con Bonga, ya en diez puntos, sin complejos. 43-43 al descanso. El tercero mantuvo la dinámica. Tirones de unos y otros, pero más ventajas, aunque mínimas de Partizan. Máss rebotes ofensivos locales (9-2), más acierto visitante, 55-58,  y aún así, un triple desde el parking de Thompson le dio un 65-63 psicológico con el bocinazo del minuto 30. El último prometía tensión e igualdad. Partizán, de momento, consiguió que se frenara el marcador, que a cinco del final el tanteo estuviera 69-68. Menos puntos de lo habitual. Una falta dura de Payne a Montero se saldó con antideportiva para el partisano, algo con mucho peso a esas alturas. El dominicano metió y en la posesión, globo de Costello a Reuvers para el 74-68, a cuatro minutos. Con un libre más, 75-68, más cerca de la decimotercero. Otra vez Reuvers con la escoba, siguió acercando a la orilla, 77-71. POr si no fuera poco aún enchufó un triple para el 80-71. Pradilla desde la otra esquina, anotó otro para un 83-73 ya concluyente. Y ya en plena euforia, Badio falló, recuperó y disparó, para el 86-73. Al final, la defensa trajo los triples. 25 puntos tras pérdidas, 18 de segundas opciones y 20 en contraataque. Cultura del esfuerzo, de verdad. Para coliderar la Euroliga con Hapoel Tel Aviv. Feliz 2026.