Marcela Ballester impone antes incluso de hablar. Astróloga nacida en Buenos Aires y afincada en Palma desde finales del siglo pasado, heredó de su progenitor, el pintor Cándido Ballester, una sensibilidad artística que ha sabido trasladar al lenguaje de los astros. Su mirada es aguda, casi felina, y su discurso huye de la nebulosa habitual en la que a menudo se refugia la astrología popular.