Agricultura: el año de las plagas

El sector agrario se aferra a su «resiliencia», fea palabra de la que hoy se abusa en cualquier ámbito de la sociedad. Todos -médicos y pacientes, gobernantes y gobernados, patronos y empleados- quieren ser resilientes y se afanan en afirmarlo, con lo que señalan su capacidad de adaptarse y resistir a las adversidades. El campo cordobés lo ha demostrado, haciendo frente a una tormenta perfecta de circunstancias como la sequía, la elefantiasis de la burocracia y su dependiente sistema legal, un impredecible sistema mundial de comercio...