Somos con otros

A los maestros se nos ha formado poco o nada en las cosas del sentir a pesar de que nuestro oficio es puro sentimiento. Vivimos rodeados de miedos, celos, rabias y cariños. Los de los niños y los nuestros, que se despiertan, inevitablemente, en la relación con ellos. Todo lo referente a lo afectivo se transita a tientas, desde la experiencia y la intuición de cada maestro. Pero no es suficiente.