‘Su peor pesadilla’, nueva investigación de un crimen ejecutada de manera canónica

La peor pesadilla de la protagonista de esta miniserie comienza al ir a buscar a su hijo a la casa de un amigo con el que se ha quedado jugando y descubrir que el niño nunca ha estado allí y ha sido secuestrado. Esta miniserie de ocho episodios puede verse a través de Movistar+ o con suscripción a Sky Showtime. Ha sido el estreno más visto hasta la fecha de Peacock , la plataforma estadounidense de la NBC Universal perteneciente a Comcast, en sus cinco años de historia. Lo ha sido gracias a varios elementos, uno de los principales su formato. Las plataformas nos han acostumbrado a los argumentos en torno a la resolución de un crimen en cuatro, seis u ocho episodios. Es casi imposible seguir la cuenta de los estrenados. Ofrecen una fórmula refugio perfecta cuando no hay una de las series favoritas disponibles . Sabemos que la estructura será sólida. Se presenta el crimen, la comunidad a la que afecta, los investigadores, sospechosos que aparecen y se descartan, secretos que el delito hace aflorar y la resolución. Son tantos porque funcionan. Cada vez con más frecuencia se aprecia que buscan distinguirse exponiendo un tema de fondo o subtexto. En el caso de Su peor pesadilla se reivindica la conciliación. Se revisa la forma en la que las parejas se reparten las tareas domésticas, cómo las mujeres suelen llevar la parte más complicada, la carga mental de la crianza. Y cómo, además, puede volverse en su contra. La serie está basada en una novela del mismo título de la irlandesa Andrea Mara. Adaptada para televisión por la guionista Megan Gallagher que ha contado con la colaboración de las guionistas Phoebe Eclair-Powell y Kam Odedra y de las directoras Minkie Spiro y Kate Dennis. Un equipo enteramente femenino que tiene cosas que decir sobre la solidaridad entre mujeres y sobre la culpa que la sociedad carga sobre ellas sea cual sea su comportamiento. Megan Gallagher ha aprovechado además la oportunidad de tener unas cuantas horas de metraje para mostrar una representación digna y natural de las personas con discapacidad y sus entornos. Siempre es de agradecer porque su tiempo en pantalla es menor del que les corresponde. La música corre a cargo de un clásico de la televisión, Jeff Beal, autor de las bandas sonoras de House of cards o Carnivàle o Roma. Contribuye con su buen hacer al nivel exigido por unos estupendos departamentos técnicos. Cuenta también con un reparto vistoso además de carismático. Tenemos un poco de Succession , con la protagonista, Sarah Snook, otro tanto de The White Lotus , con su esposo, el cliente insatisfecho de la primera temporada en aquel hotel de lujo y crimen, el actor Jake Lacy. Hay un poco de Ripley , con la exquisita Dakota Fanning, un poco de The bear , con la que allí actúa como hermana del protagonista, aquí hermana también, pero del padre del niño secuestrado. Y un toque de Narcos: México , con el policía en ambos títulos, el actor Michael Peña. De momento se han emitido cuatro de los ocho episodios. Las críticas de Estados Unidos hablan de más giros y sorpresas en los restantes. Esta producción está nominada a dos Globos de Oro, como serie limitada y por la labor de su protagonista. Desde luego, la serie cumple con el canon del género modélicamente. Precisamente porque abundan las miniseries de resoluciones de crímenes , las que destacan tienen que mostrar solvencia. Su peor pesadilla reúne los requisitos más importantes. Deriva de un libro, lo que ya supone que se ha partido de un texto interesante. Cuenta con un equipo técnico potente con un presupuesto a la altura. Buena música, buena fotografía, estupendas realización y producción que transmiten en pantalla una sensación lujosa . Tiene un reparto que combina la profesionalidad con el atractivo. Y añade una mirada personal de su productora ejecutiva, algo que cada vez resulta más esencial. Hay que animar la fórmula con un apunte social o con una sensibilidad particular, aunque sea expresada sin pretensiones, pero que disipa la sensación de estar viendo la misma serie que ya se ha visto docenas de veces.