La oposición de Huesca suspende la gestión del PP y denuncia un año de parálisis en la ciudad

El final de 2025 trae consigo el momento de hacer balance, y la oposición en el Ayuntamiento de Huesca ha presentado el suyo. Los grupos municipales de PSOE y VOX coinciden en describir una ciudad estancada bajo la gestión del Partido Popular, sin perspectivas de cambio. Por su parte, el concejal no adscrito, Antonio Laborda, ofrece una visión menos negativa, aunque lamenta la falta de inversiones en infraestructuras clave para la capital oscense. El Grupo Municipal del PSOE ha calificado el 2025 como «otro año perdido» para Huesca. La portavoz socialista, Silvia Salazar, ha denunciado una gestión basada en anuncios que «no se cumplen», la devolución de fondos y una ejecución presupuestaria que, según sus datos, apenas alcanza el 30 por ciento. Salazar ha lamentado que el gobierno municipal lo fía todo a los próximos años, afirmando que «todo lo fían al 2026 y creemos que también lo fiarán al 2027, año de elecciones». La portavoz ha criticado también la subida de impuestos, que «no se refleja en la calle». Según Salazar, el Gobierno Local «no sabe gestionar el presupuesto» y acumula remanentes millonarios que en 2024 superaron los 10 millones de euros. A 1 de diciembre, el PP solo había ejecutado 6 millones de euros en inversiones de los 21 previstos, quedando en el tintero proyectos como el del parque Joaquín Roig o el del Cerro de San Jorge. Desde Vox, el balance es igualmente negativo. Su portavoz, José Luis Rubió, ha afirmado que el equipo de gobierno del PP «ha completado un año de inercia» y está «más preocupado por vender que por hacer». Para Rubió, «Huesca ha sufrido un año de abandono, improvisación y conformismo», elementos con los que, en su opinión, «no se puede avanzar». Considera que el gobierno popular «no tiene rumbo, ni proyecto para la ciudad». El portavoz de Vox ha señalado un «gran fracaso en su gestión» que se manifiesta, según él, en el empeoramiento de la limpieza, el mantenimiento de la ciudad, el alumbrado o las aceras. También ha resaltado la «mala gestión» urbanística, con licencias atascadas y una «externalización excesiva». Rubió ha concluido que la juventud está «ignorada», la vivienda sigue sin afrontarse y la economía local está «estancada». En contraste, el concejal no adscrito, Antonio Laborda, ha puesto en valor la estabilidad institucional del consistorio, algo que «no pueden decir lo mismo» otras instituciones. Como prueba, ha citado la aprobación de los presupuestos de 2026, que él mismo apoyó. Laborda cree que el ayuntamiento es una institución «cercana» que «responde al ciudadano» y, aunque cree que hay cosas por mejorar, su valoración es positiva: «Tampoco todo está tan mal como algunos grupos políticos manifiestan». Pese a su balance general, Laborda ha reclamado más inversiones para infraestructuras como el arreglo de la calle Ainsa, la pavimentación de los polígonos industriales o el mantenimiento general de la ciudad. Sobre la vivienda, ha opinado que Huesca «no es una excepción» en el problema de los alquileres caros que afecta a toda España y ha señalado que las administraciones pueden hacer más para regular el mercado.