El año 2025 en blaugrana podría ser el año del triplete nacional, el año de las remontadas, el de la explosión definitiva de Lamine Yamal, el año de Raphinha o el del regreso al Camp Nou, pero si hay que quedarse con un protagonista gana Hansi Flick. El alemán llegó en verano 2024 elegido a dedo por Joan Laporta. A los entrenadores se les pide resultados pero también que se note su mano y la de Flick se notó desde el minuto uno, nada de periodos de adaptación. Defensa en línea adelantada, presión alta, intensidad y control sin renunciar al vértigo. Tras unos primeros meses de dientes de sierra con un pésimo noviembre y un mal diciembre el equipo estalló con la llegada del nuevo año. El 2025 arranca con la Supercopa ganándole en la final al Real Madrid 5-2. Si no llega a ser porque el Barça se quedó con diez el estropicio hubiese sido mayor. El mejor ejemplo del Barça de las remontadas lo encontramos en el partido de Lisboa, el 4-5 al Benfica, levantado un 1-3 y un 2-4. Tampoco estuvo mal la protagonizada contra el Celta en Montjuic, perdía el Barça 1-3 a media hora del final y acabó ganando. Campeón de Copa superando de nuevo al Real Madrid en una igualada final 3-2 con gol de Koundé en la prórroga tras recuperar un balón en campo contrario defendiendo hacia adelante. El Barça se mete la Liga en el bolsillo ganándole por cuarta vez en la temporada al Real Madrid con otra remontada, del 0-2 inicial al 4-3 final. El título se certifica con victoria 0-2 en el campo del Espanyol, el rival ciudadano. Faltó la guinda del pastel, la Champions. El Barça cayó ante el Inter tras una semifinal memorable. 3-3 en Barcelona y derrota 4-3 en la prórroga en San Siro. Diversión y emoción garantizadas en casi todos los partidos tras años de un juego plano. Al margen de por el fútbol y los resultados Flick se ha metido a los culés en el bolsillo por su forma de ser y por su integración a la ciudad y al club. Ha asumido el caos en el que se maneja Laporta y la frágil situación económica de la entidad. Su sueño era entrenar algún día en el Camp Nou y ya será para siempre el entrenador que regresó al estadio. No tiene pinta que vaya a estar muchos años pero el 2025 de Flick será recordado.