Después de cargar contra las televisiones autonómicas en general y contra la valenciana en particular, Toni Cantó aterrizaba en las filas de À Punt el pasado 1 de diciembre con El Debat. Con el paso de las semanas, el programa ha cosechado una nefasta audiencia y, además, ha recibido multitud de críticas por sus temas de conversación o, incluso, por faltas de ortografía. Ahora, el presentador ha concedido una entrevista en la que ha tirado de chulería, pero también de tono lastimero. Cantó es un habitual de la polémica, de esos personas que sabes que van a dar de qué hablar cuando abren la boca, igual que lo saben ellos. "Es mi cáracter, es la forma que yo entiendo de vivir y, por suerte o por desgracia, pues los sigo pisando y sigo sin callarme", ha dicho en una entrevista con El Mundo. Preguntado por el motivo que le ha llevado a volverse a situar en el foco mediático, ha asegurado que no le "preocupa" estar en él: "A mí lo que me preocupa es hacer cosas que me gustan. Y hacer un programa de dos horas y en directo, a mis 61 años que voy a cumplir, es una oportunidad que no podía dejar pasar. Es un auténtico gustazo. Estoy aprendiendo un montón y disfrutándolo muchísimo". Eso sí, tiraba de orgullo y chulería: "Que digan lo que quieran. A mí eso me la refanfinfla. Ladran, luego cabalgamos". Lo cierto es que El Debat no ha estado exento de polémica desde su estreno, cuando promedió un 2,4% de cuota e hizo tramos del 0%. Según Cantó, "se publicaron muchas mentiras". El presentador ha ensalzado el funcionamiento de À Punt y las decisiones de su directiva: "Se están haciendo cosas y la nueva dirección está buscando la manera de volver a conectar con el público y, sobre todo, de enseñar pluralidad y de contar la pluralidad que hay en la Comunidad Valencia. Una pluralidad, que insisto, no sucede en muchas televisiones públicas". Según el expolítico, el espacio de la televisión valenciana está "luchando" contra la polarización. ¿Cómo? Así lo explica él mismo: "Es poner un tema que sabemos que polariza sobre la mesa y debatir durante un par de horas. Y para mí está siendo sorprendente porque no conozco muchas televisiones públicas que den voz a tantas sensibilidades, y nosotros lo estamos haciendo. Poder argumentar es muy sano en estos momentos". El valenciano afirma que "para bien o para mal atraigo atención al programa" y se muestra convencido de poder romper con lo preconcebido: "Hay mucha gente que llegará al programa de forma sesgada o con prejuicios, pero en cuanto se pegue al televisor un ratito y vea a los suyos, proque procuramos que estén todos debatiendo y argumentando, se quedará con nosotros". Cuando se le pregunta si es más difícil el mundo de la política, el de la televisión o el de la cultura, Cantó tira de pena: "Son tres mundos muy complicados y en los tres nunca lo he...