Así es la Nochevieja de los que velan por nuestra seguridad: cenas frías y el deseo de no recibir avisos, pero siempre alerta en Cartagena

Mientras la mayoría de los ciudadanos se prepara para cenar en familia y disfrutar de las campanadas, hay profesionales que pasan la Nochevieja de guardia, velando por la seguridad de todos. Es el caso de los bomberos, policías, sanitarios y personal del 112. En el parque de bomberos de Cartagena, un equipo de 18 efectivos pasará  la última noche del año listo para actuar ante cualquier imprevisto, una realidad que asumen como parte de su profesión. Modesto Javier Torres, jefe de guardia, explica que aunque a todos les gustaría estar con sus familias, tienen asumido su deber. "Tenemos asumido que hay veces que te toca trabajarla y compartirla con los compañeros", señala. Este turno se convierte en una noche para compartir con la "otra familia", como él la llama, refiriéndose a los estrechos vínculos que se forman en el parque. La cena de Nochevieja en el parque es especial, pero debe ser práctica. Se organizan para preparar platos que se puedan comer fríos y sin un horario fijo, ya que una emergencia puede surgir en cualquier momento. "Si somos requeridos para cualquier servicio, lo mismo podemos cenar a las diez, que a las doce, que a la una", detalla Modesto Javier. La prioridad es mantenerse operativos y disponibles. El equipo de guardia durante esta noche está compuesto por los servicios mínimos establecidos en Cartagena, un total de 18 efectivos. Este grupo incluye a operadores de la sala de control, conductores, cabos y al propio jefe de guardia, todos coordinados para responder con la máxima eficacia. La noche es totalmente impredecible. "Hay días que aparentemente todo se pone de cara para que sea una noche muy tranquila y no paramos", comenta el jefe de guardia. De hecho, las últimas Nocheviejas y Nochebuenas han sido bastante movidas, rompiendo con la calma que se podría esperar. En cuanto al tipo de incidentes, no difieren mucho de los que atienden el resto del año. Contrario a lo que se podría pensar, los servicios más habituales son las "aperturas de viviendas para la atención de personas impedidas", según Modesto Javier. También existe un mayor riesgo de incendios domésticos por despistes en la cocina o con los sistemas de calefacción. A diferencia de la noche de San Juan, la pirotecnia en Nochevieja no suele representar un problema significativo y los incidentes relacionados son anecdóticos. Sin embargo, la movilidad en las carreteras para cenas y celebraciones obliga a extremar las precauciones al volante. Aunque el número de accidentes de tráfico ha disminuido en los últimos años, el riesgo sigue presente. "Hay que tener especial cuidado con el consumo de bebidas alcohólicas", recuerda el bombero, ya que "el estar en la carretera ya es un riesgo". La tendencia ha mostrado una mayor movilidad por la tarde, que se reduce durante la noche. El mayor deseo para estos profesionales es tener una noche tranquila. "Esperemos que no tengamos que salir, porque eso será una buena señal para todos", afirma Modesto Javier. Si tuvieran que hacerlo, asegura que, en coordinación con el resto de servicios de emergencia, darán la mejor respuesta posible. Los cartageneros pueden estar tranquilos, porque ellos vigilan durante toda la jornada.