Claves del balance climático 2025 en la Comunidad Valenciana: el mar, las olas de calor y el incremento de las lluvias

El director del Instituto de Medio Ambiente y Ciencias Marinas de la Universidad Católica de Valencia (UCV), José Tena, ha realizado un balance climático del año 2025 en el programa 'Herrera en COPE Comunidad Valenciana'. Según Tena, este año ha destacado por un aumento de la temperatura superior al habitual y por fenómenos de lluvias más intensos, una situación que encuentra su origen en el estado de nuestros mares y océanos. El experto subraya que, más que de tiempo, es correcto hablar de qué "está ocurriendo con nuestro clima". José Tena explica que la raíz de muchos fenómenos atmosféricos se encuentra en el mar, y de manera especial en el mar Mediterráneo. "Las aguas del mar y son los mejores termorreguladores de nuestro planeta", afirma, ya que absorben una gran cantidad de calor y lo ceden lentamente a la atmósfera, moviendo las masas de aire. Los registradores del IMEDMAR de la UCV han detectado que la temperatura superficial del agua se encuentra "entre un grado y medio o 2 por encima de lo que sería habitual". Este calentamiento progresivo tiene consecuencias directas. El mar Mediterráneo se calienta mucho en verano, con medias de "28, 29 grados, aproximadamente, con picos incluso hasta de 30", y si los inviernos son cortos, no llega a enfriarse por completo. Esto provoca que cada año la temperatura base sea superior, y como resultado, "poco a poco, la temperatura global del Mediterráneo va aumentando", influyendo directamente en el clima y en los organismos marinos. El año 2025 será recordado por haber tenido el verano más cálido en la comunidad desde que hay registros, en contraste con unas previsiones de Navidades de las más frías de los últimos 15 años. Para Tena, la percepción de que "el tiempo está loco" se debe a que no estamos acostumbrados a "los cambios bruscos, drásticos y excesivos". Señala que el cambio global está alterando los ciclos naturales del planeta. Estos fenómenos nos están llevando a vivir "en puntos extremos", con picos de calor, lluvia y frío. Se ha perdido la suavidad de las cuatro estaciones a la que estábamos acostumbrados en una zona templada como la mediterránea. Lo que antes era un ciclo con valores estándar, ahora se ha convertido en una sucesión de eventos meteorológicos anómalos que alteran "lo que para nosotros debería de ser normal". Ante los discursos negacionistas, Tena argumenta que, aunque los cambios climáticos naturales han existido siempre, la actividad humana está contribuyendo a "acrecentar ese calentamiento global". El experto utiliza una metáfora para ilustrar la importancia de la acción individual: la de los copos de nieve. Aunque un copo no pesa nada, la acumulación de muchísimos de ellos sobre una rama puede llegar a quebrarla. "Cualquier cosa que hagamos que sabemos que es perjudicial para nuestra atmósfera, para nuestros mares y para la conservación [...] es como ese copito de nieve", reflexiona el director del IMEDMAR-UCV. A menudo, "estos pequeños gestos, nosotros no somos capaces de apreciarlos", pensando que no se puede hacer nada frente a las grandes fuerzas del planeta. Sin embargo, la suma de pequeñas acciones negativas puede romper una tendencia, y del mismo modo, las positivas pueden ayudar a frenar los efectos del cambio climático. Por ello, José Tena insiste en que no hay que "buscar excusas en posturas ni ni políticas". Anima a realizar acciones como reciclar, argumentando que aunque no todo el proceso sea perfecto, "si se recicla una parte, eso es bueno". El objetivo final es "conseguir un mundo un poquito mejor" y, con la suma de esfuerzos, "limitar el número de emisiones que hacemos a la atmósfera y podemos frenar algunos efectos".