Un voto en Teruel vale mucho más que uno en Zaragoza. Es lo que todos saben que ocurre en Aragón ante unas elecciones autonómicas como las que se presentan en el horizonte, el próximo 8 de febrero. Tal vez sea por ello o por el guiño necesario al rural que Jorge Azcón, presidente en funciones del Gobierno regional, no ha querido dejar pasar la oportunidad de lanzar su último discurso de fin de año de esta legislatura extinta desde el pueblo más pequeño de la región y de la provincia de Teruel, Almohaja, donde en 2024 había diez habitantes censados y cuyo alcalde es del Partido Aragonés (PAR), el que seguirá siendo más que probable socio de Azcón tras los comicios. Con las Cortes disueltas, la precampaña en boga, la campaña a la vuelta de la esquina y tras sortear la demanda que interpusieron los socialistas ante la Junta Electoral de Aragón para que este discurso no se pronunciase ese mediodía desde el ente audiovisual autonómico ( la CARTV) , Azcón tampoco ha querido perder la ocasión de recordar cinco nombres que perdemos en 2025, el año que despide con el anuncio proyectado de 70.000 millones de euros. Los nombres son los tres montañeros muertos en Panticosa el pasado lunes, dos de ellos aragoneses y uno de ellos irundarra con vivienda, familia y amigos en Sallent de Gállego , el expresidente socialista que se fue de manera «temprana» el 15 de agosto, Javier Lambán , y Eugenia , la única víctima de violencia machista que ha dejado el año en la región, en Zaragoza concretamente. También en lo que respecta a la violencia de género , el dirigente popular ha marcado diferencias claras con lo que entonan y exigen los miembros de Vox, pero también con dardo al PSOE por sus últimos casos de acoso: «La violencia contra las mujeres, ya sea física, sexual, laboral o de cualquier otra índole, es repugnante y no tiene cabida en una sociedad democrática como la nuestra. Y las instituciones tenemos la responsabilidad de combatirla con todos los recursos a nuestro alcance». En el recuerdo a Lambán, ha rememorado que defendió con «fervor la trascendencia de la Constitución y de nuestro Estatuto de Autonomía, como hicieron también los expresidentes Santiago Lanzuela y Emilio Eiroa, recién galardonados a título póstumo con la Gran Cruz de Carlos III». Y ha invocado: «Más alla de las siglas, somos una inmensa mayoría los aragoneses que compartimos la forma de entender el proyecto colectivo que es Aragón y su pertenencia a España, y que aspiramos a competir en pie de igualdad con el resto de comunidades». Por eso, ha vuelto a defender un sistema de financiación autonómico que respete a todas las autonomías y no priorice a unas, como Cataluña, sobre otras. «Los aragoneses no pedimos ser más que nadie, pero no toleramos que se nos trate peor que a otros españoles. Cualquier otra premisa es un ataque al principio constitucional de igualdad, a nuestra dignidad, a nuestra autonomía, a la historia de una comunidad política que ha desempeñado un papel protagonista en la creación y en el desarrollo de España». Y ha utilizado una afirmación redonda: «En este momento de la historia, Aragón aspira y tiene las herramientas para recuperar su liderazgo dentro del proyecto nacional». En la defensa de que la orografía, el envejecimiento y la despoblación cuenten en dicho sistema, Azcón, paseando por las calles de Almohaja, ha recordado sus buenas cifras de reducción de paro, los tiempos de bonanza económica con la apertura entre otros proyectos de la gigafactoría de Stellantis y CATL en Figueruelas, y los éxitos en los proyectos tecnológicos. Pero sobre todo ha incidido en la necesidad de recobrar el emprendimiento en el medio rural aragonés. «En Aragón estamos vivos y activos. En las ciudades y en nuestros pueblos, con nuestro talento y nuestro esfuerzo tenemos futuro». Tanto es así que ha dado un titular: «En Aragón las cosas están cambiando. En Aragón ya no hablamos de un ocaso demográfico, sino que constatamos que el número de aragoneses crece, nada menos que 13.030 aragoneses en el último año. En los dos últimos años, han llegado a Aragón a trabajar 22.000 personas más desde otras comunidades autónomas que las que se fueron a buscar el sustento lejos de su tierra». Ha defendido el acceso prioritario de los jóvenes a la vivienda y la necesidad de darles más facilidades para que se emancipen y tengan una vida digna; refuerzo en los servicios públicos y la red de carreteras para encarar mejor el futuro y ha urgido algunas infraestructuras más, que dependen del Gobierno central: que se ejecuten las obras del Pacto del Agua, que se apueste «de verdad» por un ferrocarril digno entre Teruel y Zaragoza dentro del corredor Cantábrico-Mediterráneo; autovías; ayudas fiscales y legales para fomentar las contrataciones en la provincia de Teruel y ha finalizado con un deseo y empeño que no cejará para este 2026: «Ver brillar de nuevo en Sijena la Capilla Sixtina del Románico Español». «Soñamos con que en los próximos meses -y muy a pesar de Cataluña y la oposición del museo barcelonés MNAC- el Monasterio de Sijena recupere todo su patrimonio».