La ofrenda floral a Unamuno reivindica su legado como rector de la Universidad de Salamanca

Salamanca ha vuelto a rendir homenaje a la figura de Miguel de Unamuno con la tradicional ofrenda floral junto a la casa en la que vivió y murió el intelectual, un acto que este año puso el acento en su etapa como rector de la Universidad de Salamanca (Usal), cuando este miércoles, 31 de diciembre, se cumplen 89 años de su fallecimiento. La ofrenda fue realizada por la vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado de la Usal, María Rosario Arévalo, acompañada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y por el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ante la estatua de Unamuno, obra de Pablo Serrano, situada en la calle Bordadores. El acto, organizado por undécimo año consecutivo por la Asociación de Amigos de Unamuno en colaboración con el Ayuntamiento de Salamanca, estuvo precedido por una recepción institucional en el Salón de Recepciones del Consistorio, donde el presidente autonómico fue recibido por el alcalde antes de desplazarse hasta el lugar del homenaje, informa Ical. En el transcurso del homenaje tuvo lugar la dramatización titulada 'Diálogo con el maestro', con guion de Francisco Blanco Prieto, interpretada por el periodista Paco Gómez Bueno, que ejerció además como presentador del acto, y por el actor Jesús Sanabria Cauce. Previamente intervino el catedrático de la Usal Román Álvarez, quien destacó la vigencia del pensamiento y del compromiso intelectual de Unamuno con la Universidad y con la vida pública. La Banda Municipal de Música de Salamanca, dirigida por Mario Vercher, puso el acompañamiento musical al homenaje. Antes del inicio del acto interpretó varias piezas del folclore salmantino y, durante la ofrenda, sonó 'Salamanca la blanca', de J. Maestre, además del himno de España. El cierre musical corrió a cargo de 'Cabalgata real', de Garrigos. A la conclusión del acto, los asistentes recibieron una tarjeta conmemorativa con la imagen de la escultura de Pablo Serrano en el anverso y, en el reverso, el retrato de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca, pintado por Vidal González Arenal en 1924, acompañado de un extracto del discurso que el pensador pronunció en la inauguración del curso académico 1934-1935 con motivo de su jubilación.