Fiel escudero de Antonio Solana y el descubridor de Pepe Bordalás. En los años noventa Basilio Patiño (La Alberca de Záncara, Cuenca, 1946) fue uno de los hombres fuertes del pujante Alicante que saldría del agobio de Preferente y acabaría años más tarde en Segunda. Con él en el club la entidad de Villafranqueza creció y se profesionalizó y durante años fue una entidad modelo, aunque su primera huella en el fútbol alicantino se remonta a mediados de los sesenta.