¿Siguen siendo válidos los triángulos de emergencia? La DGT aclara cómo convivirán con la baliza V-16 conectada a partir del 1 de enero de 2026

En las últimas horas, muchos conductores se hacen la misma pregunta: ¿siguen siendo válidos los triángulos de emergencia o ya han quedado fuera de la normativa? La duda no es menor, porque la llegada de la baliza V-16 ha generado confusión sobre qué dispositivos se pueden usar y durante cuánto tiempo. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha tenido que aclararlo: los triángulos todavía se pueden utilizar, pero su desaparición ya tiene fecha. Hasta el 31 de diciembre de 2025, los triángulos de emergencia siguen siendo legales y pueden emplearse para señalizar una avería o accidente. A partir del 1 de enero de 2026, sin embargo, dejarán de ser válidos y serán sustituidos por un único sistema: la baliza V-16 conectada, que pasará a ser el único dispositivo autorizado para señalizar un vehículo detenido en la vía. El motivo de esta transición es claro: mejorar la seguridad vial. Durante años, uno de los mayores riesgos en carretera se ha producido cuando los conductores salían del vehículo para colocar los triángulos, especialmente en autopistas, autovías o en condiciones de baja visibilidad. La DGT ha insistido en que muchos atropellos se producen precisamente en esos momentos. La baliza V-16 busca eliminar ese riesgo. Permite señalizar una incidencia sin necesidad de abandonar el vehículo, reduciendo de forma notable la exposición al tráfico. Al activarse, emite una señal luminosa visible desde lejos y, en el caso de los modelos conectados, envía automáticamente la ubicación del vehículo a la plataforma DGT 3.0, lo que facilita la gestión del tráfico y la prevención de nuevos accidentes. Sí, pero solo durante un periodo limitado. Hasta finales de 2025, los conductores pueden seguir utilizando los triángulos de emergencia, aunque la DGT recomienda priorizar el uso de la baliza V-16 por motivos de seguridad. A partir del 1 de enero de 2026, los triángulos dejarán de tener validez normativa y ya no servirán para señalizar una avería o accidente, aunque se sigan llevando en el vehículo. Este matiz es importante: no se trata de una prohibición inmediata, sino de una transición progresiva hacia un sistema considerado más seguro. Para que la baliza cumpla su función, no basta con tenerla. Debe estar dentro del habitáculo, accesible desde el puesto de conducción y lista para usarse en segundos. El lugar más recomendado es la guantera, ya que permite cogerla sin bajarse del coche ni realizar movimientos innecesarios. Guardar la baliza en el maletero o bajo el asiento puede resultar contraproducente. En una situación de emergencia, cualquier segundo cuenta, y tener que salir del vehículo o rebuscar entre objetos aumenta el riesgo. La filosofía de este sistema es clara: primero proteger a las personas y después señalizar el vehículo. Una vez detenido el coche en un lugar seguro y con las luces de emergencia activadas, la baliza debe colocarse en la parte más alta posible del vehículo, normalmente el techo, para garantizar la máxima visibilidad. En vehículos altos, como furgonetas o camiones, puede colocarse en la puerta del conductor si no es posible acceder al techo con seguridad. Un detalle clave: no todas las balizas sirven Otro punto fundamental es que no todas las balizas V-16 serán válidas a partir de 2026. Solo lo serán aquellas que estén homologadas y conectadas, capaces de enviar automáticamente la ubicación del vehículo a la plataforma DGT 3.0 cuando se activan. Las balizas no conectadas dejarán de ser válidas aunque emitan luz. La DGT insiste en que este cambio no busca sancionar, sino mejorar la seguridad vial y reducir situaciones de riesgo. La convivencia temporal entre triángulos y balizas permite a los conductores adaptarse con tiempo a la nueva normativa. En definitiva, los triángulos todavía pueden utilizarse, pero su etapa final ya está marcada. La baliza V-16 se consolida como el nuevo estándar de seguridad en carretera y, usada correctamente, puede marcar la diferencia en una situación de emergencia. Porque en estos casos, no se trata solo de cumplir la norma, sino de proteger vidas.