La historia de nuestras manos podría empezar mucho más atrás de lo pensado. Un fragmento de ADN que primero “diseñó” el trasero
Un nuevo estudio revela que una región genética clave para formar dedos humanos ya existía en peces ancestrales, donde no servía para agarrar nada, sino para construir aberturas corporales básicas. La evolución, una vez más, reciclando ideas.