El día que Slim casi pierde ante Walmart el dominio en la venta de smartphones

La falta de precisión en dos disposiciones de laLey Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) relacionadas con los smartphones desbloqueados modificó la dinámica de comercialización de equipos móviles, favoreciendo la participación de tiendas departamentales y generando un aumento en los precios para los usuarios en el mercado nacional.En México, se comercializan aproximadamente 32 millones de nuevos dispositivos al año, con un valor estimado de 142 mil millones de pesos, según cifras de The Competitive Intelligence Unit (The Ciu), donde Telcel de Carlos Slim mantiene el liderato de ventas, mismo que pudo haber perdido.Expertos consultados por MILENIO indicaron que esto se originó debido a la falta de lineamientos claros sobre la venta de celulares desbloqueados, que se mencionaba en la primera versión de los artículos 185 y 273 de la ley presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum.Una reserva enviada por el senador Ricardo Sheffield, quien se desempeñó como titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), fue la que evitó que el precio de estos equipos se hubiera elevado a doble dígito.De no haberse corregido, las compañías telefónicas pudieron perder incentivos para financiar teléfonos y el mercado habría girado hacia tiendas departamentales que venden celulares, pero sin servicios de telefonía lo que generaría menos ataduras a los usuarios.¿Qué artículos modificaba la propuesta?El artículo 185 de la ley establecía que los operadores móviles del país debían entregar los dispositivos celulares desbloqueados, tanto en planes de prepago como de contrato, para de esta forma no tener atados a estos clientes a su compañía.Sin embargo, la falta de detalles no incluía ningún mecanismo, regulación o lineamiento específico sobre cómo se tendría que realizar el desbloqueo del equipo, así como las obligaciones que tendrían tanto los usuarios como los operadores. Mientras que el artículo 273 de la LFTR señalaba un refuerzo del 185, ya que mencionaba que la obligación de los concesionarios era entregar dispositivos desbloqueados, sin definir los procedimientos.Rolando Alamilla, gerente de Investigación de mercados en The Ciu, explicó que por este motivo las compañías telefónicas pidieron un cambio ya que esto abriría la puerta a que muchas personas dejarán de pagar sus equipos.“Cuatro de cada 10 equipos que se compran en México se adquieren con este financiamiento, los operadores sí levantaron la mano y dijeron: -qué va a pasar con la gente que yo le estoy dando el equipo financiado se me va a ir, ya no me va a pagar-”.“Entonces ahí se abrió la discusión y básicamente lo que dice la ley es: si el teléfono está bajo un esquema de financiamiento, sí podrá el operador o la tienda departamental o la empresa que hace el financiamiento tener mecanismos para bloquear el equipo”, explicó Alamilla. ¿Qué hubiera pasado con las compañías telefónicas?El especialista de The Ciu remarcó que “los grandes perdedores” de este cambio iban a ser las compañías telefónicas, donde actualmente los tres grandes operadores del país como Telcel, AT&T y Telefónica mantienen una apuesta y liderazgo por este segmento.Lo anterior derivado de que no solo se están limitando a vender sus paquetes y servicios de telefonía e internet móvil, ya que ahora han entrado de lleno a la venta de dispositivos móviles.Mercado que ha visto su crecimiento con la entrada de compañías de origen chino como Oppo, Xiaomi, Huawei, Realme, y ZTE, que se caracterizan principalmente por ofrecer productos a precios más accesibles, negocio redituable para los operadores.“Este cambio no es nuevo desde la última reforma telecom se le obliga a las telefónicas a eliminar plazos forzosos, ahí está el caso reciente de Telcel que dijo que ya no los tendría, entonces sus esquemas continuaron generando ingresos, cosa que puede cambiar”, dijo Alamilla. Esto fue reconocido en una conferencia con inversionistas por Daniel Hajj, director general deAmérica Móvil, que explicó que los smartphones de gama media, eran uno de los ingresos más importantes para la compañía que forma parte de los negocios de Carlos Slim.¿Cómo está distribuido este mercado?Samsung lidera el mercado mexicano con una participación de 27.2 por ciento en unidades vendida en México, donde se observa un aumento en su creciente oferta de equipos en las gamas alta y premium.Un caso similar es el de Motorola, que actualmente posee un 20.9 por ciento del mercado en términos de unidades, sin embargo, mantiene una apuesta por las gamas medias y bajas. Mientras que la norteamericana Apple, es la tercera compañía con mayor peso en México, con una participación de mercado del 16.6 por ciento, donde su principal apuesta es del segmento de gama alta. ¿Cuáles son los principales canales de venta de smartphones? Alamilla señaló que al día de hoy, las operadoras telefónicas han perdido terreno en la venta de celulares, ya que al cierre de 2024 registró una contracción de 9.4 por ciento, donde se ha tenido un efecto negativo por las malas prácticas en las ventas. “Ante la falta de este tipo de tiendas especializadas, el operador siempre estuvo ahí, no siempre fue el canal donde los mexicanos íbamos y comprábamos nuestro equipo. Luego vinieron una serie de malas prácticas, hay que decirlo, incluso hasta anticompetitivas que alejaron al consumidor”. “Previo a la pandemia, 7 de cada 10 smartphones se compraban directamente con el operador y Telcel, obviamente, pues era el que más vendía. Y lo que vemos últimamente es que solamente son cuatro de cada 10”, dijo. Añadió que en recientes fechas las tiendas departamentales han sido una opción con esquemas de financiamiento más accesibles y que dan facilidades para adquirir el equipo. Las tiendas departamentales se han consolidado como el punto de venta preferido para la adquisición de smartphones bajo esquemas de financiamiento, con una elección de 40.6 por ciento de los usuarios.¿Se beneficiaba el usuario con el cambio?Ambos especialistas comentaron que si bien la sustancia de la reforma de dar al usuario una mayor libertad con el tema del desbloqueo para elegir el operador de su conveniencia, la falta de claridad de los artículos mermó este cambio. “Si la reforma hubiera tenido una buena explicación sobre términos, obligaciones y procesos para realizar el cambio, iba a ser en beneficio de los usuarios, sin embargo a la hora de plasmarlo sin mayores detalles, terminó por dejar una laguna”, señaló Larrea.Mientras que por su parte Alamilla, añadió que el cambio iba a generar un mayor equilibrio en este mercado sin embargo estuvo cerca de hacer todo lo contrario.