Es curiosa la vida deportiva del 'Diablo', un escalador sublime capaz de emocionar al mundo gracias a sus fugas suicidas y espontáneas, siempre en solitario. Comenzó ganando una Milán-San Remo legendaria (1991), y en apenas un lustro penduló siempre entre los tres mejores en esos grandes giros que gozaban de más prestigio y caché: Italia y Francia. Sí, en el fondo, no se sabe muy bien si ganó demasiado o demasiado poco. Como todos, también tuvo un episodio opaco que no hizo sino sacralizar aún más su existencia, y por ende la del ciclismo vintage. Fue un jerarca de la montaña, pero solo una se le resistió: Miguel Induráin. Ahí era Sísifo -La San Remo de 1991 fue una locura.... Ver Más