Una agenda global bajo los escombros: ¿Cuántos ODS nos estamos dejando en Gaza?

En 2015, la comunidad internacional se comprometió a construir un mundo más justo, equitativo y sostenible . Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) nacieron como una promesa colectiva: erradicar la pobreza, proteger el planeta, garantizar la paz. Pero esa promesa, que parecía inquebrantable, se ha hecho añicos en Gaza. Desde octubre de 2023, tras el ataque de Hamás y la respuesta militar israelí, Gaza se ha convertido en el epicentro de una ofensiva que ha desbordado todos los límites de la legalidad internacional. Más de 44.000 personas han sido asesinadas, según datos de Naciones Unidas. Hospitales, escuelas, viviendas, redes vitales: todo ha sido arrasado . La población vive atrapada entre el fuego, el hambre y el abandono. Y lo que se está desmoronando no es solo una región: es el pacto ético que sostenía la Agenda 2030. La Corte Internacional de Justicia ha ordenado medidas cautelares para evitar el exterminio de la población palestina . Amnistía Internacional ha concluido que Israel ha cometido actos prohibidos por la Convención sobre el Genocidio. El Comité Especial de la ONU ha denunciado el uso de la hambruna como método de guerra. No son daños colaterales: es una estrategia militar que desmantela los ODS uno por uno. Una demolición sistemática del desarrollo Cada ODS vulnerado en Gaza representa una línea borrada del pacto ético global . No es una crisis más. Es una fractura moral que nos interpela como humanidad. ODS 1 – Fin de la pobreza La emergencia humanitaria ha alcanzado niveles que desafían toda noción de humanidad. Según Save the Children, más del 93% de los niños y niñas de Gaza —unos 930.000 menores— corren un riesgo crítico de hambruna. El 80% de la población depende exclusivamente de ayuda humanitaria . El colapso económico, el bloqueo comercial y el desplazamiento forzado han instaurado la pobreza extrema como norma. ODS 2 – Hambre cero Si no se levantan el asedio y las restricciones a la entrada de alimentos y medicinas, casi un millón de niños y niñas podrían morir de hambre en los próximos meses. Este escenario no es hipotético : más de 62.000 personas han muerto de hambre, la mayoría niños y niñas pequeñas, según una estimación publicada por el Instituto Watson de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad Brown. La ONU ha documentado el uso del hambre como arma de guerra, una práctica prohibida por el derecho internacional humanitario. ODS 3 – Salud y bienestar La salud en Gaza no está en crisis: está siendo desmantelada. Según el informe de Naciones Unidas de febrero de 2025, el sistema sanitario está “al borde del colapso” . Solo 19 de los 36 hospitales siguen funcionando, y la mayoría apenas ofrece atención básica. La OMS ha documentado 697 ataques contra la atención médica. Más de 1.500 profesionales sanitarios han sido asesinados. La falta de agua potable, higiene y medicamentos ha disparado el riesgo de epidemias. El acceso a la salud, derecho humano inviolable, ha sido convertido en objetivo militar. ODS 4 – Educación de calidad Más de 300 escuelas han sido bombardeadas . La infancia gazatí ha perdido el acceso a la educación, y con ello, a su futuro. Universidades y centros de formación han sido arrasados. La destrucción no solo es física: es simbólica. Se está atacando la posibilidad misma de imaginar otro mañana. ODS 5 – Igualdad de género La guerra ha tenido un impacto devastador sobre las mujeres y niñas. Según el informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU, Israel ha empleado violencia sexual, reproductiva y otras formas de violencia de género como parte de una estrategia de guerra. Más de 3.000 mujeres han muerto, muchas embarazadas sin acceso a atención médica. Maternidades y clínicas han sido bombardeadas . Más de 690.000 mujeres y niñas han sido privadas de productos básicos de higiene menstrual. La guerra ha borrado los espacios de liderazgo y autonomía para las mujeres. ODS 6 – Agua limpia y saneamiento La población sobrevive con menos de tres litros de agua al día . Las aguas residuales contaminan calles y fuentes subterráneas. El acceso al agua potable ha sido saboteado como parte de la estrategia militar. UNICEF ha alertado que los niños y niñas reciben menos de la mitad del mínimo vital recomendado. ODS 7 – Energía asequible y no contaminante La infraestructura energética ha sido destruida. Gaza ha vuelto a depender de generadores contaminantes, lo que incrementa la huella ecológica y el riesgo de incendios . La energía, que debería ser motor de vida, se ha convertido en un lujo inalcanzable. ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico El desempleo alcanza el 79%. La economía se ha contraído un 24%. El tejido productivo ha sido desmantelado . No hay posibilidad de recuperación sin justicia. Y sin justicia, no hay desarrollo. ODS 11 – Ciudades y comunidades sostenibles El 70% del entorno urbano ha sido reducido a escombros . Se han generado más de 39 millones de toneladas de residuos tóxicos. Gaza se ha vuelto prácticamente inhabitable. La ciudad, como espacio de vida, ha sido convertida en ruina. ODS 13 – Acción por el clima La guerra ha generado más de 60 millones de toneladas de CO₂. La destrucción masiva, los incendios y la reconstrucción futura agravan la crisis climática en una región ya vulnerable. La sostenibilidad ambiental ha sido sacrificada en nombre de la violencia. ODS 14 y 15 – Vida submarina y terrestre La contaminación por municiones, metales pesados y residuos afecta gravemente los ecosistemas. El humedal costero de Wadi Gaza, restaurado con esfuerzo en años recientes, ha sido devastado. La guerra no solo mata personas: mata paisajes, hábitats, memorias. ODS 16 – Paz, justicia e instituciones sólidas El derecho internacional se vulnera sistemáticamente. La ONU ha documentado ataques a hospitales, convoyes humanitarios y personal médico. La impunidad se ha convertido en norma . Gaza es hoy el lugar donde la justicia ha sido suspendida. Gaza como prueba de fuego del sistema multilateral Gaza no representa un fallo del desarrollo: representa su sabotaje . La destrucción de hospitales, escuelas, viviendas y redes vitales no es accidental, sino parte de una estrategia militar que viola el derecho internacional más básico y pisotea los principios que sostienen los ODS. No estamos ante una crisis más. Estamos ante una fractura moral global. Cada bomba que cae, cada convoy humanitario bloqueado, cada niño o niña que muere de hambre, es una línea que se borra del pacto ético que la comunidad internacional prometió defender. Y cada silencio diplomático, cada cálculo geopolítico que antepone intereses a vidas humanas, nos acerca al abismo de la indiferencia institucionalizada. Como advirtió António Guterres, “lo que está ocurriendo en Gaza es contrario a la humanidad”. Pero si lo contrario a la humanidad se tolera, se normaliza y se financia , entonces no solo Gaza está en peligro: lo está el alma misma del multilateralismo. Es hora de romper el silencio . De exigir un alto el fuego inmediato, el fin del asedio, el acceso irrestricto a la ayuda humanitaria y la rendición de cuentas ante los crímenes cometidos. Pero esta exigencia no puede ser fragmentada ni tímida. La Unión Europea debe estar a la altura de sus principios fundacionales y hablar con una sola voz. No basta con declaraciones aisladas ni con acuerdos técnicos que no cuestionan el fondo del problema. Si Europa se define como defensora del derecho internacional y de los derechos humanos, debe actuar en consecuencia. Como advirtió George Katrougalos, experto independiente de la ONU, “lo que pase en Palestina será la prueba de fuego para la supervivencia del derecho internacional” . Y si Gaza cae en el olvido, no solo habremos perdido una región: habremos perdido el derecho a llamarnos comunidad internacional. Y Europa habrá perdido el derecho a llamarse conciencia democrática global. ______________________ Estefanía Suárez es experta en Sostenibilidad Ambiental y colaboradora de la Fundación Alternativas.