El Alamillo ve hoy la luz de la legalidad tras más de 20 años de trámites

En la ciudad de Córdoba hay en torno a un centenar de parcelaciones donde se concentran unos 40.000 habitantes. Solo una, Cuevas de Altázar, es plenamente legal. Pero eso, a partir de hoy, puede cambiar. En la carretera de Palma, al lado de Villarrubia y pegada, precisamente, a Cuevas de Altázar, está la parcelación de El Alamillo. Una de sus zonas, pues está dividida, concentra a unas 200 familias que llevan más de 20 años de gestiones y trámites para ser ciudadanos de pleno derecho. Hoy, el consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) dará un paso clave para el deseo de la legalización: el visto bueno definitivo al plan de reparcelación de esta zona. ¿Y esto qué significa? Un proyecto de reparcelación es un instrumento urbanístico que permite reorganizar y redistribuir terrenos dentro de una zona específica con el objetivo de adaptar la configuración de las parcelas a un planeamiento urbanístico. Pero más allá de denominaciones urbanísticas, lo que permite la reparcelación es que los propietarios de las parcelas acudan al Registro de la Propiedad y las inscriban. Es decir, tener un papel que dice que su parcela y, por ende, su vivienda, son plenamente legales.