Los datos se desprecian como si estuvieran escritos en papel mojado. No es un fenómeno nuevo, forma parte de nuestra naturaleza humana. No respondemos a la realidad, sino a la percepción y la interpretación de esa realidad. Mientras las cifras desmienten el aumento de la delincuencia y su relación con la inmigración, una parte cada vez mayor de la población la señala como la principal amenaza a su seguridad y al porvenir colectivo. Para ellos, las instituciones y los medios no tienen ninguna credibilidad. El populismo reaccionario se extiende por todo el planeta y, envalentonado, ya defiende lo que hace una década nos habría escandalizado. Vox permite la apología del franquismo a sus diputados y defiende sumar a los pronazis de la AfD alemana en la alianza trumpista europea.