La Policía Nacional ha salvado la vida de un hombre de 83 años en la localidad de Elche que vivía solo en su casa y que había sufrido un accidente doméstico tras caerse al salir de la ducha. El anciano llevaba dos días en el suelo sin poder levantarse , con un golpe en la cabeza y síntomas de deshidratación, sin haber podido comer ni beber durante ese tiempo. Una agente adscrita a la Comisaría de Elche, se encontraba realizando gestiones relacionadas con un delito de estafa denunciado por la víctima días antes, cuando se puso en contacto telefónico con ella para citarlo. En el transcurso de la llamada, la agente percibió que el hombre podría estar sufriendo algún tipo de problema de salud, por lo que se procedió a activar una actuación urgente. De forma inmediata, los agentes del grupo contactaron con familiares y amigos del afectado mientras se desplazaban al domicilio, ante la sospecha fundada de que pudiera estar en peligro . A la llegada de los agentes junto a los familiares, localizaron al hombre tirado en el suelo, desnudo, en estado de semiinconsciencia y con síntomas evidentes de deshidratación, además de un traumatismo en la cabeza. Mientras se esperaba la llegada de los servicios sanitarios, los actuantes asistieron al hombre, llegando a conseguir que recuperara la conciencia. El varón manifestó que había permanecido dos días inmovilizado en el suelo y que, aunque logró arrastrarse hasta su teléfono móvil, no pudo usarlo debido a su estado de aturdimiento. El hombre fue trasladado al Hospital Baix Vinalopó de Elche, donde recibió la atención médica necesaria. Se recuperó completamente tras varios días, regresando con normalidad a su domicilio una vez superado el episodio. Ahora ya puede declarar por una estafa sufrida semanas antes, que los agentes trabajan para poder esclarecer lo antes posible. Para evitar este tipo de situaciones, la Policía Nacional recuerda la importancia de mantener contacto regular con las personas mayores, especialmente si viven solas, y de prestar atención ante cualquier signo de ausencia prolongada o interrupción en la comunicación. Por ellos se recomienda establecer llamadas diarias o periódicas entre familiares y personas mayores; utilizar dispositivos de emergencia con botón de alerta o detectores de caída, que permiten contactar rápidamente con los servicios de socorro; avisar sin demora al 091 en caso de sospecha de accidente, aislamiento involuntario o cualquier otra situación anómala; y facilitar a las personas mayores teléfonos con marcación rápida y explicarles cómo actuar en caso de necesidad.