En verano el verano baenense, cuando el calor aprieta, los abanicos pintados vuelven a convertirse en protagonistas. Y en esta ocasión más que un objeto funcional, el abanico se transforma en un lienzo donde florecen el arte y la belleza. Aires de Baena, la ya tradicional exposición de abanicos de Carmeli Piernagorda, es una canto al color y a las raíces, y este año se presenta con nuevas formas, nuevas texturas y la misma pasión de siempre.