Una avería puntual en la red de suministro de agua obligó este martes a cortar el servicio en todo el municipio de Alaior a partir de las diez de la mañana. El fallo se detectó a primera hora de la mañana, antes de la entrada al pueblo, y los operarios municipales actuaron de inmediato para localizar el origen y reparar la fuga. Aunque el Ayuntamiento había advertido a los vecinos, a través de una circular por WhatsApp, que la incidencia podría prolongarse hasta las cinco de la tarde, finalmente la reparación se completó antes de lo esperado y a media mañana la red comenzó a recuperar su presión habitual. En declaraciones a COPE, el regidor de Medio Ambiente, Lorenzo Triay, confirmó que en estos momentos la situación ya está normalizada y explicó que la fuga se produjo en una tubería principal que conecta el pozo de suministro con el casco urbano. Según Triay, fue una incidencia aislada y no un fallo estructural de la red. Gracias a la capacidad de los depósitos municipales, el corte apenas tuvo impacto a gran escala entre los vecinos. Aunque la presión del agua fue menor mientras se vaciaban los depósitos, las viviendas y comercios pudieron mantener el servicio básico durante toda la mañana. “En estos momentos la red ya está recuperando la presión habitual”, subrayó Triay en su intervención. Según apuntó el regidor, de no haberse resuelto tan rápido, la situación sí podría haber supuesto cortes prolongados a lo largo del día, ya que los depósitos tienen capacidad limitada. Muchos vecinos, prevenidos por el aviso municipal de que el agua no volvería hasta las 17 h, llenaron cubos y garrafas a primera hora para asegurarse el suministro básico durante el mediodía. En general, la mayoría apenas notó la avería gracias a la gestión de reservas. Este fallo en la red coincide con el despliegue de un ambicioso plan tecnológico de detección de fugas que Alaior puso en marcha en mayo. Con una inversión de más de 300.000 euros, el Ayuntamiento está instalando un doble sistema de control para minimizar las pérdidas de agua, que actualmente ya son inferiores a la media insular. Por un lado, se han comenzado a colocar 236 sensores acústicos distribuidos a lo largo de los 47 kilómetros de la red urbana —desde el casco antiguo hasta zonas como L’Argentina y Cala en Porter—. Estos sensores son capaces de detectar sonidos anómalos en el interior de las tuberías, localizando las fugas antes de que sean perceptibles desde el exterior. Por otro lado, la red contará con la posibilidad de inyectar un gas trazador inocuo en las conducciones activas, una técnica avanzada que permite detectar puntos de escape sin necesidad de abrir zanjas ni interrumpir el servicio. Gracias a estas dos tecnologías, el Consistorio espera reducir las pérdidas en un 25 % adicional, lo que supondría ahorrar hasta 64.000 metros cúbicos de agua al año y consolidar un modelo de gestión eficiente y sostenible. El Ayuntamiento insiste en que la avería de este martes ha sido un hecho puntual, pero subraya que estas inversiones permitirán anticiparse a incidencias y mejorar aún más la red en un contexto de sequía y presión sobre los recursos hídricos. Con estos trabajos, adjudicados a la Sociedad General de Aguas de Barcelona y la empresa Hidrobal, Alaior se posiciona como uno de los municipios de referencia en Baleares en gestión del agua. Desde el área de Medio Ambiente recuerdan que este esfuerzo por modernizar la red no solo evitará pérdidas innecesarias, sino que también contribuirá a contener los costes del servicio para los vecinos a medio plazo. Por ahora, el municipio respira tranquilo después de que el fallo de este martes quedara resuelto antes de lo previsto y sin consecuencias graves para los usuarios. La red ya vuelve a funcionar con normalidad y los depósitos se han ido llenando progresivamente para recuperar su nivel habitual.