El 22 de julio se celebra el Día del Cerebro, una fecha para reflexionar sobre la salud de nuestro órgano más complejo y vital. Aunque solemos prestarle atención solo cuando algo va mal, nuestro cerebro necesita cuidados diarios para mantenerse en forma. Y en verano, con el calor y la falta de rutinas, es aún más importante. Para orientarnos, contamos con la neuro psicóloga Sonia Gayoso, experta del Colegio de Psicología y del grupo AFA Levante. Ella nos comparte estrategias sencillas pero poderosas para cuidar nuestra mente durante estos meses y durante todo el año. El descanso es fundamental. "Aunque en verano tendemos a trasnochar más, el cerebro necesita entre 7 y 9 horas de sueño reparador cada noche. No es lo mismo dormir muchas horas a deshoras que descansar profundamente. El sueño regula el estado de ánimo, mejora la memoria y prepara al cerebro para afrontar nuevos desafíos", explica la experta. No cuenta en la suma la siesta. La alimentación es otra clave. "Aunque las vacaciones invitan a la flexibilidad, el cerebro necesita energía constante. Saltarse comidas o comer a horas irregulares puede afectar la concentración y el ánimo. Mantener horarios regulares y optar por una dieta equilibrada es clave para su buen funcionamiento". La especialista reconoce que las salidas y entradas deben ser moderadas para no cambiar del todo los buenos hábitos. Actividad física: mueve el cuerpo, activa la mente. "No hace falta entrenar intensamente; actividades como caminar, nadar o bailar activan la circulación y oxigenan el cerebro. El ejercicio regular mejora la plasticidad neuronal, la memoria y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas". Simplemente bañarse en la playa, aunque no se nade intensamente, es una actividad que va a beneficiar al cuerpo, pero sobre todo a la mente. Desafíos cognitivos: ejercita tu mente con placer. "Leer, hacer crucigramas, jugar a las cartas o escribir un diario son excelentes formas de mantener el cerebro activo. Además, aprender algo nuevo, como un idioma o una habilidad, estimula la neuroplasticidad y previene el deterioro cognitivo". Son buenas aunque se hagan en soledad, pero es mucho mejor sociabilizar. Conexión social: no te aísles, comparte momentos. "Interactuar con amigos, familiares o incluso desconocidos activa áreas del cerebro relacionadas con la empatía, la memoria y la toma de decisiones. Las relaciones sociales son fundamentales para mantener una mente sana y equilibrada". Las rutinas son importantes. "En las vacaciones todo el mundo dice, yo quiero desconectar y no quiero hacer nada. Vale, olvídate de las rutinas del trabajo como tal, pero debemos mantener un mínimo de rutinas en la hora de levantarse, de comer o hacer deporte con las lógicas excepciones. Es decir, mantener un orden de vida, porque el cerebro al final, lo que estamos dejando impreso en él y que se queda durante más tiempo. Va a ser lo último que se olvide". Son consejos a aplicar todo el año, pero que cobran especial importancia en verano por los cambios que supone el cambio de temperaturas, de horarios, de rutinas... son demasiados cambios para el cerebro y no solo para el cuerpo. Pasos sencillos para retrasar el envejecimiento que se deben tener en cuenta y que son de fácil ejecución.