La alta representante se limita a pedir al ministro de Exteriores que "deje de matar gente en los puntos de distribución" de ayuda humanitaria. La UE sepulta en la opacidad los términos del acuedo para la distribución de la ayuda que sirvieron de excusa a muchos países europeos para negarse a castiga a Israel por violar el acuerdo de asociación y los derechos humanos España y otros 24 países piden el fin inmediato de la ofensiva en Gaza y de las restricciones de ayuda Israel sigue asesinando inocentes en la Franja de Gaza frente a la inacción de sus socios occidentales. El ejército de Banjamín Netanyahu ha atacado personas que buscaban ayuda humanitaria –según la UNRWA han sido asesinadas 1.000 personas en esa situación desde mayo– y la respuesta de la Unión Europea sigue siendo prácticamente inexistente. Por el momento se ha limitado a una llamada de la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, al ministro de Exteriores de ese país, Gideon Sa'ar, para exigirle que “deje de matar gente en los puntos de distribución” de la ayuda humanitaria, pero la UE no se plantea por el momento tomar más medidas. El acuerdo para que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria, que por ahora está sepultado en la opacidad y en Bruselas ni siquiera dicen cuántos camiones de ayuda componen el compromiso de Netanyahu, sirvió de excusa a muchos países europeos, equidistantes con Israel desde el inicio del genocidio, para evitar sancionar a Israel por la violación del acuerdo de asociación con la UE. A pesar de que la UE ha constatado que Israel ha violado derechos humanos en Gaza y Cisjordania, no ha tomado medidas al respecto. Por ahora, la alta representante se ha limitado a poner sobre la mesa de los 27 las opciones que podrían ponerse en marcha ante la vulneración de los derechos humanos, cuyo cumplimiento es una obligación en el marco del acuerdo de asociación. Las sanciones van desde la suspensión del acuerdo comercial hasta la restricción de los visados de libre circulación. Unos días antes de que los ministros de Exteriores se reunieran en Bruselas para analizar esas medidas, Kallas anunció un acuerdo con Israel para que permitiera la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. La prioridad, explicó entonces, era la “mejora” de la situación en el terreno. Ese acuerdo sirvió a muchos países para permanecer inmóviles. En Bruselas se comprometieron a informar a los estados miembros cada dos semanas de la evolución de ese acuerdo. Sin embargo, no han comunicado cuánto material han pactado que llegue a la población gazatí, por lo que es complicado analizar si se está cumpliendo o no. De los 500 camiones que solían entrar en la Franja antes de la masacre, ahora la cifra estaba en 20. Algunas fuentes apuntan a que el acuerdo ha llevado a que entren unos 80, que es completamente insuficiente. Más allá de la entrada de material, que en Bruselas dicen que hay señales “positivas”, la UE permanece inmóvil ante los ataques a personas que van en busca de esa ayuda. El portavoz de exteriores de la Comisión Europea ha asegurado que Kallas está “elevando la presión” sobre Israel con sus llamadas telefónicas y ha asegurado que “todas las opciones están sobre la mesa”, en referencia a las posibles sanciones en el marco del acuerdo de asociación. “Necesitamos tiempo para evaluar la situación”, ha dicho el portavoz, que en principio ha apuntado a la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE a finales de agosto ocmo la fecha en la que podrían tomarse las primeras decisiones. Mientras en la UE dilatan la toma de medidas, la hambruna se apodera de Gaza. La Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA) calcula que desde finales de mayo 1.000 personas que buscaban ayuda alimentaria han sido asesinadas. Según publica la BBC, 21 niños han muerto de hambre y malnutrición en las últimas 72 horas y, en total, 900.000 sufren hambruna.