Caminos para todos los gustos que comparten un mismo encanto, el placer de perderse por Asturias Escapadas junto al agua: siete pueblos de España con lago donde refrescarse Asturias es una de esas regiones donde la naturaleza parece haber pactado con el tiempo para mantenerse intacta. Montañas verdes, bosques húmedos, acantilados salvajes y pueblos detenidos en la memoria componen un territorio perfecto para los que buscan respirar aire limpio y caminar sin prisas. Su red de senderos ofrece una inmersión completa en paisajes que cambian de color cada estación y que, en verano, brillan con una energía especial. El verano asturiano, lejos del calor extremo de otros rincones del país, invita a recorrer sus caminos con calma, disfrutando de la sombra de los hayedos, la brisa marina en los acantilados y el murmullo de ríos cristalinos. Entre todas las opciones posibles, las rutas de senderismo circulares tienen un encanto particular: permiten descubrir sin repetir, empezar y acabar en el mismo lugar, y vivir la experiencia como un viaje completo. Las que siguen son algunas de estas rutas que combinan paisaje, historia, tradición y biodiversidad. Algunas cuentan con leyendas mitológicas, mientras que otras se asoman al mar desde lo alto de precipicios, sin olvidar aquellas con cascadas escondidas en mitad del bosque. Caminos para todos los gustos que comparten un mismo encanto, el placer de perderse por Asturias. Ruta El Camín Encantáu Ruta El Camín Encantáu El Camín Encantáu es una ruta circular situada en el concejo de Llanes, en el oriente de Asturias. El punto de partida se encuentra en la pequeña localidad de La Venta los Probes, a unos 20 minutos en coche desde la villa de Llanes. Es una opción ideal para quienes buscan una caminata accesible y diferente, ya que combina un entorno rural muy agradable con elementos de la mitología asturiana. La ruta tiene una dificultad baja, se completa en unas tres horas a pie y recorre algo más de 7 kilómetros. A lo largo del camino, aparecen tallas de madera que representan personajes tradicionales como el Cuélebre, el Nuberu o el Hombre del Saco. Estas figuras, repartidas por distintos tramos del recorrido, aportan un componente cultural y educativo que la hace especialmente recomendable para hacer con niños. El sendero pasa por varias aldeas, como Gomezán, La Malatería o Ardisana, y discurre entre bosques, caminos empedrados, zonas de pasto y tramos junto al río San Miguel. Aunque es una ruta fácil, conviene llevar calzado adecuado, ya que algunos tramos pueden estar húmedos. El Camín Encantáu permite conocer una zona menos masificada del oriente asturiano, disfrutando de un entorno tranquilo y lleno de referencias al imaginario popular de la región. Ruta Tabayón del Mongayo Ruta Tabayón del Mongayo Esta ruta circular parte del pueblo de Tarna, en el concejo de Caso, en pleno Parque Natural de Redes en Asturias. Se encuentra a unos 1.000 metros de altitud y es una de las rutas más representativas del parque, declarado Reserva de la Biosfera por su alto valor ecológico y paisajístico. El acceso a Tarna se realiza por la carretera AS-17, que conecta Avilés con el puerto de Tarna, ya en la frontera con León. Con una duración aproximada de algo menos de cuatro horas y dificultad baja, esta ruta es perfecta para quienes buscan un paseo largo pero asequible, con desniveles suaves y paisajes de montaña. El principal atractivo es la cascada del Tabayón del Mongayo, un salto de agua rodeado por un impresionante hayedo, especialmente llamativo en primavera y otoño. Aunque el caudal no es muy abundante, la altura y el entorno hacen que merezca la pena el esfuerzo. El recorrido transcurre por senderos bien señalizados que atraviesan bosques frondosos, pequeñas majadas y zonas con vistas a picos como Cuitu Negru o el Cantu'l Osu. El trayecto incluye pasos por arroyos, puentes de madera y zonas con sombra casi constante. Aunque la ruta se cierra por un sendero alternativo que baja por el valle del río Mongayo. Es una buena opción para quienes buscan tranquilidad, naturaleza en estado puro y un paisaje típico de la alta montaña asturiana. Ruta Cabo Busto Ruta Cabo Busto La ruta circular de Cabo Busto se encuentra en el concejo de Valdés, muy cerca de la villa marinera de Luarca. El punto de partida es el pequeño pueblo de Bustu, al que se accede fácilmente por carretera desde la N-634. Se trata de una ruta costera sencilla, sin grandes pendientes, ideal para disfrutar de las vistas al mar Cantábrico en un entorno tranquilo y poco masificado. El recorrido completo tiene una duración aproximada de dos horas y media y una dificultad baja. Se avanza entre campos agrícolas, pequeños tramos de bosque y, sobre todo, por caminos que bordean los acantilados. Durante la caminata se pasa por siete miradores naturales que ofrecen vistas espectaculares de la costa, con sus playas escondidas, paredes rocosas verticales y el horizonte siempre presente. Uno de los puntos más destacados del itinerario es el faro de Cabo Busto, desde donde se pueden contemplar hacia el este el Cabo Vidio y hacia el oeste la zona de Luarca. Además del paisaje costero, el entorno natural está lleno de vida. Es posible avistar aves marinas, como cormoranes o gaviotas, y con un poco de suerte, también especies forestales como arrendajos o gavilanes. La ruta está bien señalizada y es adecuada para realizar en familia, aunque se recomienda precaución en zonas próximas a los acantilados, especialmente si van con niños. Ruta Miradores del Río Navia Ruta Miradores del Río Navia Situada en el occidente de Asturias, la ruta de los Miradores del Río Navia es una propuesta ideal para descubrir paisajes poco transitados y con un alto valor cultural y natural. Se trata de un recorrido circular de algo más de 11 kilómetros, que se completa en unas cuatro horas y media a pie. La ruta parte del área recreativa del Puente de Castriyón, en el concejo de Boal, un espacio habilitado con aparcamiento y zonas de descanso a orillas del río. Aunque la dificultad es baja, el trazado incluye dos subidas importantes, por lo que conviene llevar calzado adecuado y tomárselo con calma. A lo largo del camino se alternan tramos de asfalto, caminos forestales y senderos más estrechos, atravesando pueblos casi deshabitados, zonas de monte bajo y áreas de valor histórico. Uno de los atractivos del recorrido es el constante acompañamiento visual del río Navia, que aparece y desaparece entre montañas, ofreciendo vistas espectaculares desde distintos puntos del itinerario. La ruta también permite conocer antiguos edificios vinculados a la actividad hidroeléctrica, como la Central de Doiras y viviendas que en su día alojaron a ingenieros y trabajadores. Además, se pasa por varios miradores naturales y lugares de interés etnográfico como El Rebollal o Silvón, donde aún se conservan fuentes tradicionales y pequeñas ermitas. El recorrido finaliza en el mismo punto de partida, junto al puente, con la posibilidad de descansar a la sombra y disfrutar del entorno antes de marcharse.