El monitor de surf de Hondarribia acusado de agredir sexualmente a once de sus alumnos menores de edad entre 2011 y 2021 ha sido condenado por la Audiencia de Gipuzkoa a 71 años, 5 meses y 9 días de cárcel. Las penas impuestas son de entre 4 años y un día y 12 años de prisión por cada uno de los once delitos de abuso sexual, en función de la gravedad de los mismos y atendiendo al Código Penal vigente en el momento de los hechos, así como 5 meses de cárcel por posesión de material de explotación infantil. El tribunal fija que el acusado indemnice a las víctimas con cantidades que van desde los 3.000 a los 30.000 euros, y le prohíbe que se acerque a ellas o establezca comunicación alguna. La condena, contra la que cabe recurso, también establece medidas de libertad vigilada y ordena la inhabilitación del acusado para cualquier profesión o actividad, retributivas o no, que conlleve un contacto regular y directo con menores de edad. En el momento de su detención, cuando el monitor tenía 37 años, la Ertzaintza localizó en su domicilio un disco duro con 4.208 archivos de "explotación sexual de menores", según la Fiscalía. Desde entonces, finales de agosto de 2021, ha permanecido en situación de prisión provisional. En palabras del Ministerio Público, el acusado se aprovechaba de las "actividades que desarrollaba como monitor" para ganarse la confianza de sus alumnos varones y menores de edad "sin levantar la más mínima sospecha" entre el resto. El procesado elegía a una víctima y "con sutileza, atenciones" e incluso regalos, conseguía que se sintiera "especial" para establecer una "relación estrecha" con ella. "Mostraba un comportamiento cariñoso con el menor escogido, dándole besos y abrazos", añade el escrito. Una vez que lograba "despertar los sentimientos de dependencia del menor" seleccionado, presuntamente lo sometía a distintas prácticas de índole sexual "con la finalidad de satisfacer sus deseos más lascivos, sirviéndose además de la confianza que depositaban en él las familias" de las víctimas. Durante el juicio, el fiscal sostuvo que el monitor de surf llegó a convertir su escuela en "un auténtico rebaño y en una auténtica maquinaria del abuso sexual de menores".