Borja Iglesias, el sueño casi prohibido de Carlos Corberán para la delantera del Valencia

El Valencia CF quiere a Borja Iglesias para reforzar su delantera. Es el punta preferido por Carlos Corberán. Pero la operación es bastante complicada. Por un lado, el delantero gallego tiene contrato con el Betis, que pagó 28 millones de euros en 2019, y un salario alto. Su director deportivo, Manu Fajardo, sabe del valor de su futbolista y fue tajante al ser preguntado por el futuro del Panda, como es conocido el goleador: "Borja está teniendo intereses en el mercado de clubes nacionales e internacionales. No voy a hablar de clubes. Lo que sí tengo claro es que el Real Betis no regala a ninguno de sus jugadores", afirmó contundentemente el dirigente bético. El conjunto andaluz juega sus bazas, pero se trata de una patata caliente para los béticos. Iglesias acaba contrato en 2026, tiene un salario importante y Manuel Pellegrini no cuenta con el jugador. Por ello, los dos últimos cursos tuvo que salir cedido. Primero al Bayer Leverkusen en la 23/24 y, en la 24/25, al Celta, donde fue pieza importante, con sus once goles en Liga, para la clasificación europea de los gallegos. Por eso, los vigueses quieren ficharle en propiedad. Carlos Giráldez, su técnico, lo ha dejado claro en esta pretemporada: "Sigue siendo mi prioridad número uno para el puesto de nueve, sin duda". En ese tira y afloja entre ambas entidades, con una petición de traspaso desde Sevilla de una cifra cercana a los dos millones de euros, el Valencia CF entró en escena. Aún sabiendo que los vigueses y también el Girona estaban por delante. Además, las cifras de la operación, entre traspaso (cerca de los dos millones de euros) y salario, son otro inconveniente. Aún así, Carlos Corberán le ha insistido a Ron Gourlay con Borja, que estuvo en la Academia de Paterna entre 2007 y 2010.  El futbolista no ve con malos ojos la posibilidad de jugar en Mestalla, aunque su principal opción es el Celta, club en el que remató su formación y con el debutó en Primera división. En esta partida de ajedrez, el que antes se acerque a las exigencias económicas del Betis y del jugador, ganará una partida en la que el Valencia tiene desventaja.