Taxis sucios, sin licencia y con extintores caducados: 20 sanciones en Maó

La Policía Local de Maó ha tramitado un total de 20 expedientes sancionadores tras la campaña de vigilancia y control del servicio de taxis realizada la semana pasada. En total, los agentes inspeccionaron 26 vehículos y detectaron numerosas infracciones al Reglamento municipal del transporte urbano de viajeros en vehículos ligeros con conductor. Las sanciones económicas impuestas oscilan entre los 100 y los 1.500 euros, y en los casos más graves pueden conllevar la retirada definitiva de la licencia o del permiso municipal de conducción. Desde el Ayuntamiento de Maó recuerdan que el objetivo de esta campaña es asegurar que los taxis cumplan con las condiciones mínimas de seguridad, higiene, documentación en regla y atención al cliente que marca la normativa. Entre las irregularidades más graves detectadas, los agentes interpusieron dos denuncias a taxis que circulaban sin la licencia municipal obligatoria, una denuncia a un conductor con el permiso de conducir caducado y otra a un taxista que no había completado el curso obligatorio de reeducación y sensibilización vial tras la retirada de su carnet. Además, se abrieron dos expedientes por no llevar las tarifas visibles en el interior del vehículo, y otros cinco por llevar publicidad no autorizada en zonas distintas a las permitidas, ya que según el reglamento solo está permitida en las puertas traseras. La limpieza de los coches también fue motivo de sanción: cuatro taxis fueron denunciados por suciedad en el interior, vulnerando el artículo 32 del reglamento municipal. En materia de seguridad y presentación, los agentes detectaron dos taxis con los extintores caducados, incumpliendo la obligación de contar con un equipo en buen estado dentro del vehículo. Asimismo, se tramitaron dos denuncias por descuidar la higiene personal y la vestimenta del conductor, además de otra sanción por utilizar el maletero para transportar la rueda de repuesto, lo que limita el espacio para el equipaje de los pasajeros y constituye una falta leve. Las multas dependen de la gravedad de la infracción y pueden llegar hasta los 1.500 euros. En los casos calificados como muy graves, el reglamento permite la retirada definitiva de la licencia. Con esta campaña, el Consistorio mahonés quiere recordar al sector del taxi la necesidad de mantener unos estándares básicos de calidad y seguridad para garantizar un buen servicio y proteger los derechos de los usuarios.