El programa Educar en Xustiza para acercar a los alumnos de ESO, Bachillerato y FP al funcionamiento de la Justicia, con la asistencia a juicios y la participación de magistrados para la resolución de dudas, batió un nuevo récord en la edición 2024-2025, a la que se adscribieron un total de 8.704 alumnos . De esta forma, el programa impulsado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) mantiene su tendencia al alza, tras involucrar a 6.377 jóvenes durante la pasada edición 2023-2024. Una oportunidad que se extiende ya a 170 centros educativos de la Comunidad y en el que participaron 23 de los 45 partidos judiciales gallegos. Además de acudir presencialmente a los juicios, en los que más de uno se sorprende ante los giros argumentales de las pruebas y testigos, los alumnos tienen la oportunidad de conversar con los magistrados de su localidad, para conocer su trabajo, comentar aspectos del litigio o incluso preguntarles por asuntos como la responsabilidad penal de los menores, los delitos contra la libertad sexual o las prácticas delictivas más habituales en las redes sociales. Temas que suscitan interés entre los estudiantes, como el caso de los juicios del ámbito penal, los más demandados junto a los de jurisdicción social, especialmente entre los alumnos d materias relacionados con asuntos laborales o la seguridad social. Del total de los estudiantes participantes, 3.708 visitaron órganos judiciales de la provincia de La Coruña, 822 lo hicieron el Lugo, 525 en Orense y 3.589 en la provincia de Pontevedra. Ante la buena recepción de la iniciativa, los impulsores del programa anunciaron que Educar en Xustiza v olverá para el próximo curso 2025-202 6, al que podrán inscribirse centros educativos públicos, privados y concertados de Galicia una vez formalicen su solicitud a través de la oficina de comunicación del TSXG. En el caso de Verín (Orense), la magistrada María Iglesias, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Verín, señala como los alumnos que participaron el año pasado repitieron en esta edición , una prueba más del interés de los jóvenes que comprueba durante la celebración de los propios juicios, en los que aguardan «en silencio, muy educados y con interés». En su caso, citan a los alumnos al juzgado los días de señalamientos que coincidan con juicios por delitos leves. «Y luego, cuando salen las partes y los abogados, pues tanto el fiscal como yo les preguntamos, interactuamos con ellos a ver qué les ha parecido y si ellos condenarían o absolverían », relata la magistrada. Posteriormente, la jueza procura redactar la sentencia en el mismo día del proceso, para que los alumnos «lo tengan fresco» y, una vez anonimizada, se manda al instituto para que los alumnos puedan comentarla en clase y comprobar el resultado final tras haber visto el juicio en primera persona. Gracias a experiencias como esta, el desconocimiento generalizado sobre los mecanismos judiciales que impera en los jóvenes -salvo en aquellos casos en los que existen experiencias anteriores- desde su propia localidad. «Es decir, desde un punto de vista muy cercano, q ue vean que ya Verín resolvemos muchos casos », añade Iglesias. La magistrada destaca también el alto grado de interés entre los alumnos, a los que observa escuchar y aprender, reteniendo información «como esponjas». «Me sorprende además lo mucho que participan porque, a veces, los juicios por delito leve se suspenden porque no viene alguna de las partes, y entonces en ese rato aprovechamos, si nos pasa eso por la mañana, pues para hacer una simulación de un juicio y se ofrecen rápidamente a ser abogados, a ser acusados, testigos, partes de todo, vamos». Y si bien la Justicia ha sido un blanco más o menos recurrente para ámbitos de la política o los medios de comunicación, con la incorporación de terminología como 'lawfare' al debate público, experiencias como esta demuestran que la gran mayoría todavía confían en la Justicia. «Yo creo que la ciudadanía tiene una percepción más positiva de la que se transmite, sí », reconoce Iglesias, que aboga por aprovechar este tipo de iniciativas para conciencia a los jóvenes sobre asuntos como la gravedad del insulto o las vejaciones, así como las distintas formas de violencia dentro de una actividad que disfrutan. «El año que viene, repetiremos», concluye.