El Gobierno de España ha anunciado una reforma en el sistema de acceso a la función pública que sustituirá, en parte, el tradicional modelo de oposiciones por un proceso de formación específica para los altos cargos (Grupos A1 y A2). Ante la incertidumbre generada entre miles de aspirantes a empleo público, La Linterna de COPE entrevistó a Aitor Urcelay, abogado y preparador de oposiciones de Auxilio Judicial en el centro de formación Adams, para analizar cómo afectarán estos cambios a los estudiantes. Urcelay, con amplia experiencia en la preparación de futuros funcionarios, explicó que, pese al revuelo mediático, los opositores no deben alarmarse. "Todo esto acaba de aterrizar, y la verdad es que, entre la gente que está preparando oposiciones, todavía no hay un interrogatorio constante sobre el tema", aseguró. Sin embargo, recalcó que lo fundamental para cualquier aspirante es entender que "la oposición es una carrera de fondo, no de velocidad". "Hay que ser muy constante, tener confianza en uno mismo y estudiar todos los días en la medida de lo posible", detalló. Además, subrayó la importancia de contar con una preparación especializada: "La academia es un recurso fundamental porque el opositor recibe los conocimientos de forma más clara y metódica. Es un plus frente a quienes deciden estudiar por libre". Una de las dudas más frecuentes entre los aspirantes es el tiempo que requiere preparar una oposición. Urcelay aclaró que no hay una respuesta única: "Depende de muchos factores, empezando por el tipo de oposición. No es lo mismo preparar un examen para un cuerpo A1 o A2 que para uno de los grupos C1 o C2". Además, destacó que las circunstancias personales de cada estudiante, como la posibilidad de dedicación exclusiva o la necesidad de compaginar estudio y trabajo, influyen directamente en el ritmo de preparación. "Lo importante es la constancia y la metodología", insiste. Uno de los puntos clave de la entrevista fue la posible repercusión de la reforma en las academias y en los métodos de estudio actuales. Urcelay fue contundente: "Esta reforma no va a alterar nuestra forma de trabajar". Explicó que el nuevo sistema propuesto por el Gobierno introduce una fase de formación posterior a la superación de la prueba inicial, por lo que las academias seguirán preparando a los alumnos "de la misma manera" para afrontar los exámenes de acceso. "Nuestras técnicas docentes no se verán afectadas porque el proceso de formación que plantea el Ejecutivo es independiente de la fase selectiva", precisa. Durante la conversación en La Linterna, Rubén Corral planteó una pregunta recurrente entre los aspirantes: ¿es mejor preparar una oposición por libre o en una academia? Urcelay reconoció que "hay de todo", pero dejó claro que la experiencia demuestra que las academias ofrecen ventajas significativas. "El apoyo docente, la estructura de los temarios y la orientación especializada marcan la diferencia. Quienes optan por academias suelen tener una preparación más sólida y enfocada", argumentó. No obstante, aclaró que el éxito depende, en última instancia, del esfuerzo personal. Aunque Urcelay transmitió un mensaje de tranquilidad a los opositores, también advirtió de la necesidad de estar atentos a cómo se concrete la reforma. "De momento, no afecta a nuestro trabajo, pero habrá que ver cómo se implementa", señala. Mientras, el Gobierno defiende que el nuevo modelo busca "modernizar" el acceso a la función pública, aunque asociaciones como la de Inspectores de Hacienda lo critican por considerar que "debilita la meritocracia". En cualquier caso, para los miles de estudiantes que hoy preparan oposiciones, el consejo sigue siendo el mismo: "Constancia, método y confianza". Lo que está claro es que, al menos en el corto plazo, las academias seguirán siendo un pilar fundamental para quienes aspiran a un empleo público. Y, como recordó Urcelay en La Linterna, "lo importante no es solo aprobar, sino estar bien preparado para el día a día del trabajo en la Administración".