La cantante lírica, aclamada internacionalmente, debuta en España con 'Casta diva', la emblemática aria de 'Norma', obra del compositor italiano Vincenzo Bellini. La soprano viaja a Mallorca para reflejar un mensaje universal en tiempos convulsos: “La obra habla del poder del amor que el mundo necesita” Un artista de la Ópera de Londres saca una bandera de Palestina y el personal intenta quitársela Desde el pequeño pueblo Piet Relief de Sudáfrica hasta los principales teatros del mundo, Pretty Yende ha construido una carrera que desafía lo imaginable. Su voz ha resonado en momentos de gran importancia histórica, como la reapertura de la catedral de Notre Dame de París o la coronación de Carlos III en la abadía de Westminster, hace apenas dos años. La soprano, aclamada en todo el mundo por una ópera cada vez más abierta al mundo, viajará a España para interpretar un nuevo repertorio en el que destaca su debut con Casta diva , la emblemática aria de Norma , obra del compositor italiano Vincenzo Bellini. El próximo 1 de agosto, en la gala operística inaugural del Festival Cap Rocat de Mallorca, Pretty Yende, acompañada por la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, se enfrenta a un nuevo reto en su carrera artística, donde también interpretará a Giuseppe Verdi, Hector Berlioz y Charles Gounod. Tras dar vida y voz a Sémele en la Royal Opera House de Londres e Il trovatore en el Tiroler Festival en Austria, la soprano recala en la isla desde una posición íntima y emocional tras la muerte de su madre, una figura central en su vida y su carrera. “Ella lo era todo para mí”, confiesa con serenidad. En ese contexto, Casta diva se transforma en un homenaje y un acto de memoria personal. En el personaje de Norma , Yende encuentra una resonancia ética y poética que considera urgente. La sacerdotisa que ama, traicionada, pero no quebrada, encarna una fuerza que trasciende a la propia trama: “Las situaciones difíciles y las circunstancias políticas pueden hacernos olvidar que nuestra naturaleza primaria es el amor”, afirma. De esta manera, su interpretación en Mallorca no busca sólo emocionar al oído, sino reivindicar una cultura que aún es capaz de conmover, consolar y conectar de corazón a corazón. El repertorio del recital en Festival Cap Rocat no se había escuchado antes en España. ¿Qué nos puede contar sobre este nuevo programa? En esta ocasión interpretará a Norma de Vincenzo Bellini, uno de los papeles que más anhelaba. ¿No es así? Absolutamente. Estoy muy emocionada, porque realmente es una oportunidad muy valiosa para mí poder debutar con un nuevo repertorio en el que he estado trabajando. La voz finalmente me permite abordarlo, especialmente en mi camino dentro del bel canto, que me fue sugerido por la inolvidable Mirella Freni cuando estaba en la Academia de La Scala. Uno de los roles que siempre soñé con cantar algún día, por supuesto, es Norma . Ya he interpretado I Puritani , La Sonnambula , Lucia di Lammermoor , todo este increíble repertorio de bel canto. Así que mi gran sueño en este camino era cantar Norma . Estoy muy agradecida de estar ahora en posición de dar mis primeros pasos en este papel soñado interpretando Casta Diva en Mallorca. Es como si la isla fuera un pequeño laboratorio para perfeccionar su Norma inédita. Totalmente. Es como mostrar mi nuevo repertorio, básicamente los nuevos roles que estoy preparando y que interpretaré en un futuro cercano. El 1 de agosto, Yende interpretará roles de Vincenzo Bellini, Giuseppe Verdi, Hector Berlioz y Charles Gounod. Hablando de Norma. El personaje es una sacerdotisa druida que rompe su voto de castidad por amor a un enemigo de su pueblo, Pollione, procónsul de Roma, con quien tiene dos hijos. A diferencia de Medea , ella elige no matar a los hijos que comparte con el hombre que la traicionó. ¿Qué lecturas se pueden hacer hoy de esta ópera? Que el poder del amor siempre prevalece. Incluso en la adversidad y en situaciones difíciles, algo que el mundo necesita desesperadamente. Desde luego, falta mucho amor en estos tiempos. Muchísimo amor. Nada vale más que el respeto y el amor. Porque el amor es nuestro alimento. Es nuestra naturaleza. Y las situaciones difíciles, las circunstancias políticas, pueden hacernos olvidar que nuestra naturaleza primaria es el amor. Las situaciones difíciles, las circunstancias políticas, pueden hacernos olvidar que nuestra naturaleza primaria es el amor Ha cantado en la reapertura de Notre-Dame y en la coronación del rey Charles III en la Abadía de Westminster. ¿Fue ese un punto culminante en su carrera? ¿Qué metas persigue ahora? Fue uno de mis muchos, muchísimos, momentos altos. He tenido una trayectoria extraordinaria, llena de muchos “primeros” y compromisos únicos. Cantar en Notre-Dame fue uno. Cantar en la coronación del rey Charles III fue otro. Podría nombrar varios más. Esos momentos representaron el cumplimiento de mi sueño de compartir mi don con la mayor cantidad de personas posible, incluyendo a públicos que normalmente no asistirían a la ópera ni conocerían este arte. Fue un honor y una alegría inmensos. Su paso por el Festival Cap Rocat no es su primera vez en Mallorca. Hace tres años actuó con el tenor Xabier Anduaga y la Orquestra Simfònica de les Illes Balears. ¿Qué le inspira la isla y qué espera de este regreso? Estoy muy emocionada, especialmente porque tengo recuerdos muy entrañables de Cap Rocat, de la primera vez que estuve. Recuerdo cómo nació el festival, a partir de conversaciones sobre lo hermoso que sería tener música allí. Me mostraron un espacio que decían era uno de los más increíbles en términos acústicos de todo Cap Rocat. Probé mi voz allí, y ahora, años después, aquí estamos. Estoy emocionada por ver cómo responde mi voz en ese entorno, con ese público. Mi debut en el festival fue pospuesto por la pérdida de mi madre. Así que este regreso es muy significativo para mí. Los recuerdos de la música, la belleza natural, el agua al lado... Va a ser algo verdaderamente mágico. Desde finales de junio ha estado interpretando Sémele , de Georg Friedrich Händel, en la Royal Opera House de Londres. El 26 de julio debuta con Il trovatore en el Tiroler Festspiele en Austria y, finalmente, el 1 de agosto llega a Mallorca. ¿Cómo es capaz de hacer todo esto posible? Es mi vida. Ya estoy muy acostumbrada. Desde que salí de Sudáfrica en 2009, este estilo de vida se ha vuelto mi hogar. Estoy terminando un debut increíble, del cual he disfrutado muchísimo, y que comencé en otro teatro antes de llegar a Londres. ¿Cómo lo hacemos posible? Mucha planificación anticipada, y contar con un equipo maravilloso a mi alrededor. Les llamo el Pretty Army , porque me ayudan a ser yo, me brindan un apoyo inmenso para asegurarme de estar preparada. Y, más allá de todo, es la alegría de vivir mi sueño hecho realidad. ¿Cuántas personas pueden decir que vieron un anuncio en la televisión y ahora están en los escenarios más importantes del mundo interpretando las óperas más bellas jamás escritas? Vivo con gratitud, mucho apoyo y buena organización. ¿Cuántas personas pueden decir que vieron un anuncio en la televisión y ahora están en los escenarios más importantes del mundo interpretando las óperas más bellas jamás escritas? La soprano, el día de la coronación de Carlos III de Inglaterra, antes de su actuación Hoy le acompaña su Pretty Army , pero todo empezó cuando aún era niña y su abuela le enseñó a cantar. Poco después, a los 16 años y gracias ese anuncio, comienza esta extraordinaria carrera no exenta de dificultades. De hecho, se comprometió a intentar esta carrera en un plazo máximo de dos años, para tranquilizar a sus padres. ¿Cómo ha sido ese viaje? Ha sido extraordinario. En aquel entonces, ni siquiera sabía que estaba soñando algo tan poderoso y complejo. No sabía que implicaría transformarme para convertirme en la gobernadora de algo tan grande dentro de mí: mi voz, mi don. Aprender a estar en este nuevo mundo, viniendo del lugar del que provengo, ha sido transformador. Fue sorprendente escucharme a mí misma, con 16 o 17 años, decir que no quería ser contable, sino dedicarme a la ópera. Siempre agradeceré a mis padres por tener fe en mí. Fue sorprendente escucharme a mí misma, con 16 o 17 años, decir que no quería ser contable, sino dedicarme a la ópera. Siempre agradeceré a mis padres por tener fe en mí Con la pérdida de mi madre hace unos años, no puedo dejar de mirar atrás y pensar cómo empezó todo. Su fe, su apoyo... No es común que los padres se arriesguen con los sueños de sus hijos. En el camino aprendí muchas lecciones duras. Llegar hasta aquí no ha sido fácil, pero ha valido la pena. La música es mi hogar. Es mi respiración. Vivo gracias a ella. Todo lo que he logrado, incluso sin buscarlo conscientemente, lo agradezco profundamente. Lo más importante para mí no es ser la mejor, sino compartir esa virtud, de alma a alma. Porque quizá, poco a poco, estoy contribuyendo a hacer de este mundo un lugar mejor. "Siempre he dicho que deberían poner ópera en televisión en horario estelar, igual que el pop", afirma Yende No es común que una cantante de ópera se convierta en imagen de una marca de lujo. Pero usted rompió esa barrera. ¿Qué significa eso para usted y para el mundo de la ópera? Nada es imposible. Todos mis sueños, incluso los más locos, se han hecho realidad. Cuando le dije a mis padres que quería ser cantante de ópera, lo primero que pensé no fue solo en cantar, sino en ser un cambio positivo. Cuando llegué a la Universidad de Ciudad del Cabo, me dijeron que era imposible obtener un 95% en el examen de canto. Yo pensaba: ¿y si sí se puede? Y fui la primera en lograrlo. Me dijeron que los estudiantes no podían obtener los papeles principales... Y lo logré. Me enamoré de romper lo imposible, de convertir lo negativo en positivo. Esa mentalidad me ha sostenido cuando las cosas no van bien, cuando alguien no disfruta de mi canto o cuando algo técnico me cuesta más. Lo que me ancla es la conexión humana. Siempre me preguntan cómo conecto tanto con el público, y respondo: porque me muestro como soy, sin máscaras. Soy vulnerable. No se trata de ser una diva intocable. Soy muy tocable, muy humana. Y honro eso profundamente. Me enamoré de romper lo imposible, de convertir lo negativo en positivo. Esa mentalidad me ha sostenido cuando las cosas no van bien, cuando alguien no disfruta de mi canto o cuando algo técnico me cuesta más. Lo que me ancla es la conexión humana Hablaba antes de su relación con el público. Mirando desde dentro, ¿cuál cree es el estado actual de la ópera? Y, mirando hacia fuera, ¿qué se puede hacer para llegar a más públicos? ¿Es una cuestión de forma o del contenido de la ópera? Creo que es una combinación de ambas. En cuanto al contenido, los públicos son cada vez más jóvenes, lo cual es fantástico. Somos la nueva generación. Somos el mañana, hoy. Pero siempre he dicho que deberían poner ópera en televisión en horario estelar, igual que el pop. Así habría más exposición para que los jóvenes puedan elegir. Estoy agradecida de que haya algún cambio, pero aún se puede hacer mucho más. La ópera pertenece a todos, igual que el pop. La ópera es más que genial. Es alimento para el alma. Lo que hace la ópera no es igual en otros géneros. La música es una energía que puede ser agua o veneno. Y la ópera es agua viva para el alma. Si pudiéramos dar ese alimento a los jóvenes, quizás habría menos problemas de salud mental, menos conflictos de identidad y dificultades sociales.