La plantilla de la Policía Autonómica en Galicia toca fondo. En plena parálisis de la negociación entre la Xunta y el Ministerio del Interior sobre el reparto de los costes y el aumento de los efectivos, la unidad policial afronta el día a día con 341 agentes, la cifra más baja desde que empezó a operar en 1991 y con más de un 30% de los puestos sin cubrir. El último refuerzo se hizo ya hace 15 años, en 2013: entonces se sumaron 47 agentes (10 para la jefatura de A Coruña, 7 para la de Lugo, 8 para la de Ourense, 5 para la de Pontevedra, 6 para la de Vigo y 11 para la de Santiago). Desde entonces, se arrastra una continua merma en la plantilla pese al aumento de competencias, ya que de dedicarse exclusivamente a la protección de personalidades y edificios de la Xunta ha pasado a asumir una cartera más amplia de encomendados: la investigación e inspección de incendios forestales, menores, violencia de género, furtivismo, marisqueo ilegal, protección del medio ambiente, urbanismo, caza, pesca o la vigilancia del Camino de Santiago.