Ayuso se ha ido a pasar un par de días a un chalé, a una finca aislada, propiedad de la Comunidad de Madrid. Un fin de semana de estancia en la incoherencia. Después de criticar tanto a Sánchez, al que ha acusado un sinfín de veces de holgazanear en «palacios» propiedad del Estado. La polvareda política que ha suscitado esto ha sido colosal. Ignoramos si además de a su pareja, el mártir de Hacienda, se ha llevado también a Miguel Ángel Rodríguez o lo ha dejado castigado tuiteando en la gran ciudad, pegado al asfalto, el calorazo, el fragor político y la piromanía.