Sofía Halcón Olmedo recuerda con angustia cómo, sobre las cinco y media de la tarde de este lunes, las llamas se acercaron agresivamente a su vivienda ubicada en Las Vaguadas. «Un susto tremendo. Mi hijo de 14 años fue el primero que oyó algo raro. Al asomarse por la ventana se vio cerca de la llama», relata. La rapidez con la que el fuego avanzó dejó a la familia y a los vecinos en estado de alerta constante. «Los nervios te comen», cuenta Sofía. Enseguida todos en su casa se pusieron manos a la obra. Cogieron las mangueras e intentaron extinguir el fuego. «Se hizo eterno. Mi hijo estaba asfixiado, llegaron vecinos y lo tuvieron que relevar», recuerda esta vecina.