Situada entre los cañones del río Miño y el Sil se esconde esta joya del interior de Galicia, uno de los grandes tesoros ocultos de la península ibérica. Un paraíso que aún espera ser descubierto por quienes buscan un turismo auténtico, pausado y profundo: la Ribeira Sacra. Un destino mágico para perderse, descubrir e innovar este verano. Así que, si eres un gran aventurero, presta atención y apunta tus nuevos deberes turísticos. Y es que en esta zona cada paisaje late con fuerza, cada sorbo de vino resuena entre las risas compartidas y cada piedra centenaria guarda, en su silencio, una leyenda ancestral. Frondosos bosques, monasterios ocultos entre montañas, viñedos que desafían la gravedad y aguas termales que invitan al descanso convierten este territorio en un universo en equilibrio entre lo natural, lo espiritual y lo humano. Un santuario del románico rural: historia tallada en piedra La Ribeira Sacra posee la mayor concentración de arte románico rural de Europa, tratándose de un simbólico museo al aire libre donde la piedra y el silencio construyen templos de recogimiento y contemplación. Uno de los puntos más importantes en cualquiera de sus recorridos es el Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, actualmente convertido en Parador Nacional. Su fachada impone, pero es en su claustro, entre columnas y ecos, donde los visitantes experimentan una conexión con algo mucho más grande. También destaca el Monasterio de San Pedro de Rocas, excavado directamente en la roca granítica de la montaña. Entrar en su interior es como retroceder en el tiempo y sumergirse en una cueva sagrada. Este conjunto monástico, el más antiguo de Galicia, representa una de las huellas más profundas del legado espiritual de la Ribeira. Además, no puedes olvidarte de que existen rutas temáticas para descubrir el románico en paseos tranquilos y momentos de calma. El poder sanador de las aguas termales Después de caminar entre historia y naturaleza, el cuerpo también busca su momento de descanso. Para ello, nada como las aguas mineromedicinales del Balneario Augas Santas, ubicado en pleno corazón de la Ribeira. Allí, entre baños termales, tratamientos de belleza y sesiones de masaje, el cuerpo se relaja y la mente se reinicia. En este espacio de serenidad, donde el tiempo parece detenerse, es fácil recordar lo que significa vivir bien. Un par de días en este oasis natural bastan para reconectar con uno mismo, lejos de las prisas y las pantallas. Una copa de vino que remueve historias Hablar de la Ribeira Sacra es también hablar de vino. Pero no de cualquier vino, sino de uno que nace de la viticultura heroica, en laderas casi verticales que bordean los cañones del Sil. Allí, en bancales milenarios trabajados a mano, la variedad Mencía alcanza su máxima expresión. Bodegas como Regina Viarum, Vía Romana o Abadía da Cova no solo ofrecen catas, sino también la oportunidad de conocer las historias de quienes trabajan la tierra con pasión. Disfrutar de una copa de vino en una terraza con vistas al cañón es...