El pleno, con 15 y 16 votos a favor respectivamente, nombra presidentes de las Salas de lo Penal y lo Contencioso a Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas después de que las candidatas progresistas se retirasen del proceso ante la falta de acuerdo La fractura del Poder Judicial impide pactar las presidencias de las dos salas más delicadas del Supremo El pleno del Consejo General del Poder Judicial ha adjudicado las presidencias de dos salas clave del Supremo, la de lo Penal y la de lo Contencioso-Administrativo, a los dos candidatos que apoyaba el sector conservador después de que las dos candidatas progresistas se retirasen del proceso ante la falta de acuerdo. Andrés Martínez Arrieta ha recibido 15 votos del pleno y Pablo Lucas 16 con varios vocales conservadores mostrando su contrariedad con que, en contra de la paridad, cuatro de las cinco salas del Supremo estén presididas por hombres. Desde su última renovación y con el nombramiento de Isabel Perelló como presidenta, el CGPJ ha renovado decenas de plazas jurisdiccionales y gubernativas tanto en tribunales territoriales como en el Tribunal Supremo. Las negociaciones se encallaron cuando llegó el momento de cubrir la presidencia de las salas de lo Penal y lo Contencioso. Los progresistas propusieron a Ana Ferrer y Pilar Teso, las cuales ya habían sonado para presidir el propio Consejo, y los conservadores a Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas. El empate entre bloques llevó a las dos candidatas progresistas a abandonar la pugna entre quejas por la falta de acuerdo del Consejo y el resultado ha sido el nombramiento de los dos candidatos del sector conservador.