Guillermo Moscoso, al frente de la popular panadería de Santiago, explica que tomó la decisión de cerrar un día, una medida que, en principio será definitiva, para no sobrecargar a los trabajadores y para mantener la calidad del producto. « Os locais onde servimos estanse achegando ao noso obradoiro a buscar o pan; iso é algo que valoro moito », agradece