Los expertos, atentos al incremento de ingresos hospitalarios de menores por depresión: “Estas son las señales a seguir”

La salud mental, sobre todo, entre la población joven, es cada vez un asunto con una conciencia colectiva más extendida entre la sociedad canaria. Esta es la parte buena. ¿La parte mala? Que cada vez se localizan a menores de edad con problemas de este tipo que necesitan ser hospitalizados. El dato es llamativo. Las hospitalizaciones de adolescentes por depresión en España se han incrementado en las dos últimas décadas en más de un 1.200%, pasando de 173 casos en el año 2000 a casi 1.800. Son datos de un Estudio de la Universidad de La Rioja que, además, detalla que 3 de cada 4 hospitalizaciones de este tipo corresponden a chicas adolescentes de entre 14 a 17 años. La psicóloga Isabel Santana describía el tipo de trastornos más repetidos: “Cuadro de ansiedad y depresión. Luego tenemos otro tipo de trastornos, que son el TDH, el déficit de atención con hiperactividad, y los trastornos que pueden estar asociados a esa ansiedad y a esa depresión, que tiene que ver sobre todo con conductas autolesivas, también el aislamiento, falta de interés hacia los estudios, pero todos están más o menos en torno a cuadros depresivos y ansiosos”. El aislamiento, además, agrava la situación del trastorno, según la psicóloga. Y nos detalla que es clave la prevención y la vigilancia por parte del núcleo familiar, porque siempre hay señales para localizar un trastorno o una depresión: “La conducta, por ejemplo, hay un cambio significativo en la conducta. Podemos encontrarnos conductas explosivas sin motivo aparente, cambios en el sueño, en el apetito también, abandono de actividades que antes hacían con mucho interés y que van dejándolas, el aislamiento, el ir dejando de salir con los amigos, hacer quedadas y luego el rendimiento académico. El rendimiento académico suele bajar bastante . También la preocupación excesiva por algo, la comunicación con los demás deja de ser una comunicación fluida, suele ser una comunicación bastante corta y poco efectiva”. El enfermero especializado en el campo de la salud mental, Ricardo Santana, nos detallaba una de las sorprendentes tendencias en los problemas de salud mental que experimentan los jóvenes. La ciberfobia, los trastornos de ansiedad ligados a largas exposiciones a las pantallas y, en concreto, a las redes sociales: “La fobia social de estos jóvenes que están continuamente metidos en internet y que no salen de ahí, de ese bucle. Hace 35 o 30 años no existía este tipo de patologías. Estos jóvenes hoy en día están encerrados en casa y tienen estas fobias sociales”.