Gloria Sánchez, vecina del Camino Viejo de Santa Ana a las faldas de Trasierra, una de las más de 300 personas que fueron anoche desalojadas por el incendio próximo al Castillo de la Albaida, ha relatado a ABC cómo el desalojo comenzó minutos después de recibir una llamada de alerta en torno a las 18.30 horas de la tarde en la que le comunicaban que se había declarado un incendio forestal en las inmediaciones de su casa. A partir de ese momento, su familia veía cómo el fuego se iba aproximando a sus viviendas y las llamas iban cercando al club Vista Sierra . «Estábamos ayer en casa -mi marido, mis dos hijos y yo- serían las 18.30 horas cuando recibí una llamada de teléfono que me alertaba de un incendio. Cuando me asomé a la puerta ya vi a los vecinos, parece que el fuego empezó cerca del Castillo de la Albaida y creo que bordeó el Club Vista Sierra; lo siguiente fue ver cómo empezó a expandirse a la derecha el fuego y a empezar subir un poco dirección Las Ermitas, por el cortijo de Santa Ana. En ese momento ya la Policía Local nos comenzó a desalojar«. ha contado a ABC. Su casa está situada junto a la de sus padres, ya mayores, en la parte baja del Camino Viejo de Santa Ana de la Albaida . «A los pocos minutos ya vimos el fuego más cerca, y aunque tenemos un llano entre la Sierra y nuestra casa -que pensábamos que podría protegernos de las llamas- , pero ya no era miedo por el fuego pero sí por el humo, teníamos que irnos inmediatamente«, ha recordado. Vivo al lado de mis padres que son mayores y salieron con los puesto, en bañador, zapatillas de deporte y una camisa que había por allí, al principio reticentes, pero le explicamos que no podíamos seguir allí que se acercaba el fuego, y todos nos fuimos a casa de mis hermanos. En total seis de la familia que nos alojamos repartidos en dos casas. Gloria se encontraba en torno a las 11.00 horas de la mañana junto a su sobrino en el punto donde se ha cortado el paso por la carretera de Trasierra a la espera de que la Policía Local les acompañara a la vivienda para ir a recoger medicamentos para sus padres y algo de ropa. «Nos han advertido que es un momento pero en ningún caso podemos regresar a nuestras casas de forma definitiva», ha lamentado. Otra de las familias desalojadas ya del casco urbano de la ciudad, en concreto de la calle Poeta Paredes, en la zona próxima a la carretera de Las Ermitas, ha contado a ABC la auténtica «odisea» que vivieron porque había una persona mayor de gran dependencia que además precisaba de oxígeno conectado a la red eléctrica. Aunque en un primer momento, las llamadas al porterillo (que no funcionaba en ese momento) de la Guardia Civil en torno a las 20.00 horas no las escucharon fue un familiar fuera de la vivienda el que se enteró de que ese tramo de la calle estaba siendo desalojado de forma preventiva por el avance del incendio. Esta vecina cuenta que tras varias llamadas a la mutualidad para que pudieran trasladar en ambulancia a la casa de un familiar con el oxígeno «nos dijeron que al ser una emergencia social y no médica que no cubría el seguro sin que se diera una solución». Fue en entonces, ha contado esta vecina de la zona más próxima a la Carretera de Las Ermitas cuando «llamamos a una ambulancia convencional que dijo que el protocolo marcaba su trasladó al Hospital Reina Sofía y no a otro domicilio». Tras pasar cuatro horas en el hospital y poco después dada de alta, esta mujer junto a la máquina de oxígeno que necesita y de la que no se puede separar fue trasladada en otra ambulancia hasta un hotel sobre las 5.30 o 6.00 de la madrugada. «Finalmente, hemos pedido ayuda a través de la portavoz de los vecinos de El Brillante y ha sido el Ayuntamiento de Córdoba el que ha facilitado una ambulancia de Cruz Roja que ha recogido a nuestra madre en el hotel y en apenas 20 minutos y la han devuelto a casa», ha agradecido esta vecina de Poeta Paredes después de una noche larga.