Cuando se piensa en vacaciones, todo lo que se te viene a la cabeza son buenos momentos, viajes a zonas increíbles, familia, amigos y baños en piscinas, ríos o playas sin ningún tipo de consecuencias, simplemente recuerdos bonitos donde se disfruta al máximo pero ¿sabes que un baño puede cambiarlo todo? Ese es el eslogan de este verano del Colegio Oficial de Enfermería de Toledo, que está realizando una campaña veraniega sobre la prevención de ahogamientos y lesiones por zambullidas, unos problemas con los que nadie cuenta , pero que están más presentes de lo que todo el mundo piensa, más en verano. Pero antes de profundizar en este tema, debemos saber que es una zambullida, ya que puede existir cierta confusión con este concepto. En COPE, Roberto Martín, presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Toledo, ha señalado que una zambullida se trata cuando “nos metemos debajo del agua o nos tiramos”, bien en piscinas, en ríos o en estanques, lo que acarrear un riesgo importante. Acciones que aparentemente puede parecer inofensivas, pero que pueden salir muy caras. Una vez especificado qué es una zambullida, la atención está en cuándo se producen estas lesiones y la forma más habitual, donde se encuentran zonas como los ríos , estanques o lugares donde la vigilancia es menor o donde, directamente, no existe la figura del vigilante o del socorrista. Además, otra de las razones es el desconocimiento, debido a estos accidente se producen en aguas que no son claras, en las que no se suele ver debajo de la superficie, lo que impide saber que hay en el fondo, como piedras o, incluso el propio suelo. En cuanto a las lesiones más habituales, Roberto Martín ha destacado que encontramos desde traumatismos en cualquier parte del organismo, que pueden pasar desapercibidos y no tienen una consideración futura, hasta aquellos traumatismos que van a implicar lo que es la médula espinal. Respecto al perfil de bañista en el que se suelen dar este tipo de lesiones, se encuentra un perfil amplio, ya que van desde personas de temprana edad, como niños, hasta personas mayores de 65 años, como norma general, que sería una población a la que sería más vulnerable. Lo principal para evitar este tipo de problemas es prevenir, esa parque se olvida cuando bajamos la guardia debido a la tranquilidad y el disfrute de esos momentos, pero que es primordial. Por eso, señala Roberto Martín, es importante estar siempre muy pendientes de los más vulnerables, de los niños y de los más mayores, más en las zonas poco vigiladas o desconocidas. Además, debemos conocer el entorno, conocer el agua donde nos vamos a bañar, conocer la profundidad que vamos a tener, conocer si acabamos de tener una comida copiosa, y también si es un día muy caluroso y el agua encima está fría.