Según ha relatado hoy el consejero Zupiria, el violento episodio comenzó en plena madrugada, durante las fiestas de Azpeitia, cuando una patrulla de la Ertzaintza sorprendió a un joven escribiendo “ACAB” en un contenedor, acrónimo de la frase en inglés “All cops are bastards”. La intervención policial derivó en un primer conato de enfrentamiento con varias personas. Poco después, medio centenar de jóvenes irrumpieron en la comisaría de la Policía Municipal, situada en los bajos del Ayuntamiento. “Hubo robo de walkies, hubo robo de esposas, hubo agresiones. Los agentes acabaron por los suelos y dos de ellos heridos”, ha relatado Zupiria en la radio pública vasca. Los agentes tuvieron que refugiarse en una habitación hasta la llegada de refuerzos. La intervención de un concejal permitió finalmente evacuar el edificio. Las cámaras corporales de los ertzainas registraron todo lo sucedido. Zupiria ha subrayado la gravedad de los hechos y criticado la actitud de quienes han minimizado el incidente. “Aquí se ha banalizado que una persona pinte en un contenedor”, ha señalado. “La seguridad tiene que ver con la convivencia y estas cosas son inaceptables en una sociedad que quiere convivir en paz”. El consejero también alerta de que este tipo de situaciones no son aisladas. Hechos similares se han registrado este verano en Ordizia y Hernani. Todos, según ha dicho, tienen un patrón común: ocurren de madrugada y bajo el efecto del alcohol y otras sustancias. Zupiria ha sido especialmente crítico con la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta (EH Bildu), quien calificó la actuación policial de “desproporcionada”. “Parece que la Ertzaintza no es querida en Azpeitia y que sus ciudadanos no quieren ver a los ertzainas de uniforme haciendo su trabajo. Si es así, me preocupa muchísimo”, ha afirmado. El consejero defiende que “hay que ser exigentes con la Ertzaintza”, pero recuerda que es una policía democrática: “Le hemos conferido la legitimidad para utilizar la violencia, no podemos admitir que se cuestione su existencia. Es nuestra policía”, ha recalcado. Por su parte, el sindicato policial Euspel se ha concentrado esta mañana en Bilbao para denunciar la “ola de agresiones” a agentes en Euskadi. “Estamos volviendo a tiempos atrás”, ha advertido el secretario de organización, Aitor Rabanal. “Evidentemente, estamos preocupados”. Los agentes aseguran sentirse “en total indefensión” y denuncian la pérdida del respeto hacia los uniformados. “Antes, un uniforme paraba una agresión. Ahora, cualquiera se cree con derecho a dar un paso adelante. Y eso no puede ser”, ha lamentado Rabanal. Euspel exige más medios, más formación y más agentes. Según sus cálculos, la Ertzaintza necesitaría al menos 1.700 efectivos adicionales para cubrir sus necesidades actuales.