Tres formas baratas para evitar robos en tu casa durante las vacaciones: "Por 30 o 40 euros evitas que te desvalijen"

En verano se multiplican los robos en viviendas. Un descuido al bajar a la piscina o unas vacaciones prolongadas fuera de casa pueden ser un escenario perfecto para los amigos de lo ajeno. Los ladrones siguen utilizando métodos clásicos para acceder a los pisos en los meses de julio y agosto. Un simple hilo de pegamento, prácticamente invisible, entre el marco y la puerta de entrada a la vivienda es suficiente para saber si estamos o no. "Lo dejan puesto, vuelven al día siguiente y si ven que no se ha roto, es que en la casa no hay nadie. Y entran", recuerda el jefe de la Unidad de Robos de la Policía Nacional en Alicante, José Ureña. "También usan métodos clásicos como puede ser el escalo o el resbalón. Tenemos que llevar cuidado al dejar ventanas abiertas por el calor, sobre todo, si vivimos en un bajo, en algún primero o en chalés", explica Ureña, quien aclara el peligro de cerrar de tirón la puerta cuando vamos a la piscina o  comprar el pan: "Con una radiografía o una tarjeta entran y cuando vuelves tienes la casa desvalijada". Por ello, hay varias fórmulas económicas para evitar sustos en verano. "Una mirilla digital o electrónica te manda al móvil al instante una notificación cuando tienes a alguien en la puerta. Avisas a la Policía y los podemos pillar 'in fraganti'", explican los especialistas en robos de la Policía Nacional. "Otra opción por 30 o 40 euros es una cámara dentro de tu casa. Normalmente, cuando abren la puerta y ven la cámara salen corriendo", explica el responsable de la Unidad de Robos. "Y luego tenemos la solución de toda la vida que sigue funcionando muy bien. Avisar a un vecino de que te vas de viaje unos días y que si nota algo raro, que avise al 091, que para eso está. Si ve luz de madrugada o escucha el ruido de una radial, es evidente que no hay obras en la casa porque no estamos. Nos están abriendo la caja fuerte", concluye.