Pasar tiempo en familia en la playa es, sin duda, uno de los momentos más bonitos del verano. En el Mediterráneo, ir a la playa no es solo una actividad de ocio: es casi una tradición cultural: desde que somos pequeños, muchos aprendemos a nadar, a jugar con la arena o a comer con las manos en un chiringuito mirando al mar y es ahí donde se tejen algunos de los lazos más fuertes entre padres, madres, hijos y abuelos.