Esta es la sorprendente historia de la sanitaria agredida por un paciente en Salamanca

Los profesionales sanitarios sufren agresiones casi a diario. Según datos difundidos por el portal de salud de la Junta de Castilla y León, el año pasado 1.062 trabajadores del Sacyl sufrieron algún tipo de agresión ya sea física o verbal. Este dato supone un aumento de casi el 31% con respecto al balance del año 2023. En Salamanca se tiene constancia de 99 denuncias de agresiones en 2024, pero también es cierto que muchos prefieren no denunciar. Llama la atención que casi el 80 de las agresiones a personal sanitario son a mujeres. Pero ahora sabemos que la consejería de Sanidad de la Junta trabajará en colaboración con la Fiscalía Superior de Castilla y León, para que se haga justicia en estos casos. Ana Yarza no denunció la agresión de un paciente ingresado en el Hospital Clínico de Salamanca. Hoy elige explicar a COPE Salamanca aquella experiencia de la que aún no se ha recuperado del todo. Hace cinco años estaba cubriendo el turno de noche en la planta de Neumología, donde trabajaba como Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, en el Hospital Clínico Universitario de Salamanca. La profesional sanitaria relata que "la jornada laboral transcurría con total normalidad cuando un paciente se descontroló y emprendió una actitud especialmente agresiva con ella. Antes de que sus compañeros de seguridad pudieran auxiliarla, el hombre la empujó y la tiró contra el suelo". Se emociona al recordarlo y le tiembla la voz. Ana dice que se puso muy nerviosa ante el arrebato de violencia de una persona que comprende que estaba enferma, sin embargo, las secuelas de aquella situación permanecen actualmente y son tanto físicas como psicológicas. A día de hoy tiene reconocida una discapacidad del 40% para realizar su trabajo debido a los constantes dolores de espalda que sufre. También ha seguido tratamiento psiquiátrico debido al estrés post-traumático derivado de aquella situación. Yarza considera que estas consecuencias se podría haber evitado si además de existir medios para proteger a los profesionales, la población tomara conciencia del respeto que merece una profesión tan vocacional como la del personal sanitario. Aconseja a otras compañeras y compañeros que no realicen el turno solos en ningún momento, con el fin de estar protegidos ante los pacientes. Ana Yarza sabe ahora que vencer el miedo de denunciar estas agresiones en el entorno laboral puede servir para prevenir que otros compañeros pasen por la misma situación.