Atapuerca roza una nueva superficie y descubre los primeros restos de Homo antecessor y su canibalismo

La 47ª campaña de excavaciones en los yacimientos arqueopaleontológicos de la sierra de Atapuerca ha finalizado con un balance muy positivo. Más de 300 investigadores de todo el mundo han trabajado desde el pasado 20 de junio en diferentes enclaves bajo la dirección de  Juan Luis Arsuaga, José Miguel Carretero, María Martinón-Torres, Marina Mosquera, Ignacio Martínez, Alfonso Benito y Andreu Ollé. Esta nueva edición ha permitido seguir desentrañando los secretos de nuestra evolución y enriquecer uno de los archivos fósiles más importantes del planeta. Lo más destacado de la campaña que acaba de finalizar es la llegada al nivel TD6.2 en Gran Dolina, donde en dos periodos anteriores ya se encontraron restos de Homo antecessor. Algo que puede volver a suceder el próximo año, un año que será muy prometedor, según los investigadores, que en solo un pequeño barrido ya han encontrado un nuevo conjunto compuesto por diez fósiles de Homo antecessor, algunos de ellos con huellas de carnicería en forma de marcas de corte que demuestran que el canibalismo era habitual en esta época. Los trabajos se han desarrollado en puntos clave como la Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina (niveles TD3 y TD6), Penal, Cueva Fantasma, Cueva Mayor o El Mirador, así como en el laboratorio de lavado de sedimentos en el río Arlanzón. “La máquina está perfectamente engrasada porque las piezas no han cambiado, siguen siendo las mismas, ha sido un éxito en todos los sentidos, ha funcionado con total normalidad y la continuidad está plenamente confirmada”, apuntó Juan Luis Arsuaga. La campaña en la Sima del Elefante, coordinada por Rosa Huguet y Xosé Pedro Rodríguez, ha permitido continuar la excavación del nivel TE7, donde en 2022 se encontró el famoso fósil humano "Pink". Este año, se han hallado restos de fauna (caballo, gamo, castor, oso, entre otros) y herramientas de piedra elaboradas con diversos materiales como cuarzo, sílex y cuarcita. Además, se ha culminado un sondeo iniciado en 2019 que confirma la existencia de una antigua terraza fluvial del río Arlanzón, posiblemente vinculada con la Cueva Peluda. En el yacimiento de Galería, las excavaciones dirigidas por Isabel Cáceres y Paola García se han centrado en la subunidad GIIb. Los hallazgos incluyen más de 1300 restos faunísticos y 40 herramientas líticas. Entre las especies documentadas destacan ciervos, caballos, bisontes y, por primera vez en este yacimiento, un molar de macaco. Este nivel evidencia que los homínidos utilizaron Galería como zona de aprovisionamiento de recursos animales, aprovechando los animales que caían en una trampa natural. En TD3, se han identificado importantes restos de fauna como caballos, bisontes, ciervos gigantes y un cráneo completo de jaguar europeo, clave para futuros estudios. Esta zona habría funcionado como una trampa natural para animales hace cerca de un millón de años. En TD6, donde se documentó el hallazgo de Homo antecessor, se ha encontrado una letrina de hienas con más de 1300 coprolitos y 10 nuevos fósiles humanos, entre ellos una vértebra infantil con marcas de corte que evidencian canibalismo. Este nivel sigue aportando información clave sobre los primeros europeos y sus comportamientos. “Hemos llegado a TD6.2 y en la superficie hemos encontrado diez fósiles de Homo antecessor, y eso que no hemos empezado a excavar, solo rozando la superficie”, señaló la codirectora Marina Mosquera. “Es algo duro, pero digamos que es la tónica normal de Homo antecessor”, añadió Mosquera. Este año, el proyecto ha contado con la participación de centros como el CENIEH, IPHES-CERCA, Universidad de Burgos, UCM, URV, Universidad de Alcalá, entre otros. También han colaborado estudiantes internacionales del National Museum of Georgia o la Universidad de Buenos Aires. En total, más de 140 voluntarios que han trabajado a la vez que han aprendido en un lugar único como es Atapuerca. La Fundación Atapuerca ha vuelto a ser un pilar esencial, encargándose de la logística, comunicación y financiación complementaria, lo que ha permitido una campaña más ambiciosa y extensa. Por su parte, la Junta de Castilla y León ha sido la principal financiadora de los trabajos arqueológicos. Atapuerca, declarada Patrimonio de la Humanidad, vuelve a situarse este 2025 como un referente internacional en el estudio de la evolución humana, gracias a una campaña repleta de hallazgos que nos ayudan a reconstruir cómo vivieron, se alimentaron y evolucionaron nuestros antepasados hace cientos de miles de años.