“El fuego se quedó a una calle de mi casa. Hemos pasado mucho miedo”. Han pasado más de doce horas desde que Gemma Sánchez tuvo que dejar su hogar en Santa Ana con lo puesto y apenas quince minutos para reaccionar. Ahora, desde el centro de emergencia habitacional, respira con una calma frágil, consciente de que ha sobrevivido a una noche en la que ella, como cerca de 300 cordobeses estuvieron a un paso de perderlo todo.