¿Alguna vez te han robado? Si la respuesta es sí, seguramente te sentirás identificado con la historia que te vamos a contar. No importa si fue mucho o poco lo que te quitaron (esperamos que haya sido poco, ya que estamos), pero lo cierto es que la experiencia deja una sensación muy desagradable. Y es que, más allá de la pérdida material, uno siente que han invadido su intimidad. Te preguntas si fuiste lo suficientemente precavido, y surge el temor de que pueda volver a pasar, quizá una segunda o incluso una tercera vez. La inquietud que deja es difícil de explicar y solo se puede sentir. Durante los días siguientes, vives en constante alerta, mirando a tu alrededor con desconfianza, esperando prevenir otro ataque. Porque sí, hay muchos tipos de robos, pero los menos traumáticos —si es que alguno puede serlo— son aquellos de los que ni siquiera te das cuenta en el momento. Lo peor sucede cuando hay violencia o cuando alguien entra en tu casa mientras estás dentro. Esa situación te hace sentir completamente vulnerable, como si hubieran traspasado todos los límites posibles, dejándote no solo desprotegido, sino también con mucho miedo. Por eso, aunque sea una experiencia de lo más desagradable, que te roben sin darte cuenta sería lo deseable. Es lo que le pasó a Tomasa, una vecina de Fuenlabrada. Tomasa vive en Madrid, tiene 69 años y la han atracado dos veces yendo al cajero. Le han llegado a robar, en un mismo día, 250 euros, los que había sacado para pasar todo el mes. Todo, sin que ella se diera cuenta, como explicaba en 'La Tarde'. “Estaba en el cajero sacando dinero y llegaron por detrás, salían ellos del banco, vamos, salía él del banco y según salía me cogió el dinero, salió corriendo. No lo vi” explicaba. Tomasa se quedó con miedo, no podía entender cómo le habían quitado el dinero si no había ni llegado a verlo, en un abrir y cerrar de ojos. La segunda vez fueron, en cambio, 50 euros, pero el susto se le quedó igual. Le robaron en la calle, mientras estaba yendo a sacar el dinero. “Estuve en una temporada que me daba miedo, me temblaba todo el cuerpo, pero bueno, acudía a ACUMAFU” explicaba a Pilar García Muñiz. Tomasa habla de Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada, más conocido por sus siglas ACUMAFU, que tuvieron una idea que se ha terminado extendiendo por España para evitar que roben a mayores cuando van a sacar dinero. Han creado una red de unos 200 voluntarios, tanto en Madrid capital como en el sur de la comunidad, que acompañan a muchas personas que están solas cuando tienen que ir al cajero automático a sacar dinero o hacer cualquier otro tipo de gestión. Marcelo Cornellá es el presidente de la Asociación y precisamente uno de los voluntarios que ayuda a estos mayores a no ir solos a las gestiones importantes. La idea surgió con los dos atracos que sufrió Tomasa pero, como ella, muchos otros vecinos. “Depende de cómo sea la persona, si va a poder poder ir detrás o correr detrás de la persona que te ha robado, pues si es vulnerable o no vulnerable” explicaba Marcelo. “Nosotros siempre lo que decimos es que, cuando uno vaya al cajero, que realmente saque lo que precise para el día, que no saque más dinero” explicaba Marcelo. “Nosotros también les decimos que por favor que nunca, nunca se les ocurra enfrentarse a ellos, porque las consecuencias para personas con 80 años, por ejemplo, más o menos, el hecho de que tengas una caída, la rotura de una cadera, te puede postrar hasta los restos de una serie de ruedas. Hay que evitarlo, es dinero y ya está” aconsejaba a las personas mayores. Y es que su método de acompañamiento ha funcionado tanto, que lo han exportado a toda España.”Tenemos asociaciones a través de la Federación Española para la Defensa de Personales Mayores, tanto en Cataluña, Andalucía, País Vasco y en otras comunidades se están aplicando” explicaba. Dice que, sin duda, el efecto del acompañamiento se está notando.