Hay territorios que avanzan con el viento a favor. Otros que, pese a las dificultades, no dejan de remar. Ese es nuestro caso. Alicante siempre ha hecho los deberes, pero sigue esperando que otros hagan los suyos. Esperando presupuestos, esperando inversiones, esperando conexiones, esperando agua... Esperando a que se le trate como lo que es: la quinta provincia que más aporta al PIB.