La gente tenía ganas de fútbol y si es un derbi, mucho más. Desde el primer minuto ambas aficiones se hicieron notar, dejando clara la rivalidad entre ambos conjuntos. Con los himnos, ambas hinchadas marcaron territorio. Pitada para los dos cánticos, el balón empezaba a rodar y la afición franjiverde se encargaba de recordar la diferencia de categoría.